Carlos Felipe y Sofia de Suecia han tenido que cambiar sus planes previstos. La pareja –que se casó el pasado junio en Estocolmo- deseaba comenzar cuanto antes su vida de casados y su sueño era hacerlo en Villa Solbacken, la casa en la que los príncipes Bertil y Lillian habían vivido su historia de amor, una de las más románticas de la realeza. Pero este edificio histórico encerraba una amarga sorpresa y los recién casados han tenido que optar por el “plan b”.
Fue en febrero del año pasado cuando los Príncipes de Suecia comenzaron a hacer las reformas del que sería su futuro hogar, algo que conllevaba el permiso de las autoridades debido a que esta construcción, de 1930, está considerada un edificio de alto valor histórico. Sin embargo, la aparición de asbesto –una variedad de impura de amianto- provocó que las reformas se tornaran más extensas y complejas de lo previsto, por lo que -según informa Aftonbladet- Carlos Felipe y Sofia han buscado otro lugar para establecerse: el Pabellón de la Reina en el Palacio Rosendal.
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Esta residencia -situada en el parque natural de Djurgården, la isla de Estocolmo favorita de la pareja, sobre los terrenos que rodean al Palacio Rosendal- fue construido en la década de 1820 por el primer Bernadotte como un lugar de retiro para los meses de verano y una vía para escapara de las formalidades de palacio. Hasta ahora –y todavía no se ha anunciado ningún cambio al respecto- en periodo estival se pueden visitar en un tour guiado los espacios que comprenden el palacio -creado por uno de los príncipales arquitectos de la época, Fredrik Blom- y los jardines.
El Pabellón de la Reina pertenece al patrimonio de la Familia Real, a diferencia de Villa Solbacken, propiedad que Bertil de Suecia legó a su sobrino, tras su muerte en 1997, aunque con la condición de que el usufructo quedara en manos de su mujer –la querida tía Lillian- que falleció en el año 2013, momento en el que la casa quedó vacía. Aunque el citado pabellón pronto se convertirá en el nuevo "nido de amor", lo cierto es que Carlos Felipe y Sofia llevan viviendo juntos desde el año 2010, cuando dieron un paso en firme en su relación con el traslado de ella al apartamento del Príncipe. Una convivencia exitosa, que terminó en boda.