La Corte Real sueca tiene más luz que cualquier otro punto de la geografía sueca porque tiene dos rayitos de sol, las princesas Estelle y Leonore, que alumbran las vidas de sus reales mamás, las princesas Victoria y Magdalena. Brillan en palacio y también en cada aparición pública.
El pasado jueves, la princesa Estelle volvió a hacer honor a su nombre (Estrella de la mañana) y resplandeció en la primera jornada del campeonato de los Mundiales de esquí nórdico, centrada en las pruebas de velocidad y celebrada en la localidad sueca de Falun, en el centro de país, a donde la Familia Real sueca acudió tras haber presidido la noche anterior su inauguración.