La Corte Real sueca tiene más luz que cualquier otro punto de la geografía sueca porque tiene dos rayitos de sol, las princesas Estelle y Leonore, que alumbran las vidas de sus reales mamás, las princesas Victoria y Magdalena. Brillan en palacio y también en cada aparición pública.
El pasado jueves, la princesa Estelle volvió a hacer honor a su nombre (Estrella de la mañana) y resplandeció en la primera jornada del campeonato de los Mundiales de esquí nórdico, centrada en las pruebas de velocidad y celebrada en la localidad sueca de Falun, en el centro de país, a donde la Familia Real sueca acudió tras haber presidido la noche anterior su inauguración.
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La princesa Estelle iluminaba el palco real y, en ausencia de su padre, el príncipe Daniel, que se quedó en Estocolmo convaleciente de un fuerte resfriado, demostró el que si el amor de madre mueve montañas, el amor de hija derrite el mismo hielo. También el sol de Suecia, con un gorrito con la bandera sueca y una banderita de su país en la mano, ardió por sus compatriotas, que lograron las primeras medallas para el país organizador.
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El otro sol también salió para los admiradores de la Familia Real sueca. La Casa Real sueca ha difundido dos nuevas fotos de la princesa Leonore con motivo de su primer cumpleaños. Ella, como su prima, también hace gala de su nombre: la que todo lo ilumina con su blancura. Su dulce sonrisa es un rayo de luz como muestran las instantáneas tomadas en el Palacio Real de Estocolmo por Brigitte Grenfeldt, fotógrafa de la Casa Real, en las que la pequeña posa sentada en un trono junto a un osito de peluche.
No cabe duda de que la pequeña es el centro del universo de la princesa Magdalena, al menos hasta que nazca el próximo verano su segundo hijo: "¡Leonore, nuestro pequeño rayo de sol cumple un año hoy!", ha escrito su madre en inglés en su página en la red social Facebook.
Para señalar este primer cumpleaños, que coincide con su vuelta a casa -la princesa Leonore nació ayer hace un año en el centro médico New York Presbyterian Weill Cornell, un exclusivo hospital de la Gran Manzana, donde la familia ha residido hasta ahora-, la Casa Real invitó a quienes quisieran felicitarla a dejar un mensaje en su página de la citada red social o a enviar un correo electrónico a la web de esta institución.
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Solo es posible el eclipse de estos soles, cuando se ocultan y no acompañan a la Familia Real sueca. De lo contrario, ellas reinan. Así que, en su ausencia, los novios de Suecia tuvieron su oportunidad de convertirse en centro de atención durante la ceremonia de inauguración de los mundiales en el complejo de Lugnet en la que desfilaron los representantes de las 55 naciones presentes en la competición. Los presentes fueron testigos de un derroche de miradas y sonrisas de complicidad de la pareja que se dará el sí en verano. Amor a la luz de la luna.
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