Están a un paso del altar y de su nueva vida como marido y mujer. A estas alturas, a escasos cinco meses del gran día (el 13 de junio), han concluido muchos de los preparativos nupciales. El príncipe Carlos Felipe y su prometida, Sofia Hellqvist, ultiman también los arreglos de la casa en la que residirán después de su boda este verano.
El diario Expressen informa de que ha sido enviada una solicitud a las autoridades para realizar reformas en Villa Solbacken, la futura residencia de la pareja situada en el barrio de Djurgården, en Estocolmo. Villa Solbacken fue construida en 1930 y diecinueve años después se mudaron allí el príncipe Bertil y la princesa Lilian.
Tras la muerte del príncipe Bertil en 1997, el príncipe Carlos Felipe heredó la casa bajo la condición de que la princesa Lilian, tía del rey Carlos XVI Gustavo, dispusiera del usufructo de la misma. Desde el fallecimiento de la princesa Lilian, muy querida por la Familia Real sueca, en marzo de 2013 la casa ha permanecido vacía.
La solicitud enviada por la Casa Real sueca, a la que ha tenido acceso Expressen aunque por razones de seguridad tiene carácter confidencial, pide permiso para construir balcones y cambiar el plano de la planta, además de emprender una reforma total del exterior y del interior de la casa para modernizarla.
Villa Solbacken está considerado un edificio de alto valor histórico y cultural, de ahí que el príncipe necesite un permiso de las autoridades si quiere realizar reformas.
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