Los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia, la princesa Victoria y su esposo, el príncipe Daniel; el príncipe Carlos Felipe y su novia, amigos de la familia, así como representantes de la Suecia oficial y de la Casa Real estuvieron presentes ayer en el Te Deum celebrado en la capilla del Palacio Real de Estocolmo con motivo del nacimiento de la princesa Leonore.
La pequeña y sus padres, la princesa Magdalena y Chris O'Neill, no acudieron, como estaba previsto, ya que se encuentran aún en Nueva York, la ciudad en la que residen y donde la princesa Magdalena dio a luz hace algo más de una semana.
En ausencia de los padres y de la homenajeada, la gran protagonista fue Sofia Hellqvist, la novia del príncipe Carlos Felipe. Debido a que aún no hay compromiso oficial de la pareja, Sofia no hizo su entrada junto con la Familia Real, sino minutos antes, y tampoco estuvo sentada con ellos en el primer banco, sino en el siguiente, donde también estaban por ejemplo Patrick Sommerlath, sobrino de la reina Silvia, y la esposa de éste, Maline. Pero sí que acompañó a la familia a palacio una vez terminada la ceremonia.
La presencia de Sofia y su lugar destacado en la capilla son interpretados hoy por la prensa sueca como un paso más hacia el inminente anuncio de compromiso de boda, sobre el que se lleva especulando con fuerza en los últimos meses. "Una señal más clara no puede haber, el compromiso real está en camino", escribe hoy Roger Lundgren, experto en la Casa Real sueca del diario Aftonbladet. Y en términos similares se expresa también Expressen, el otro gran tabloide sueco.
Desde que apareció por sorpresa en el bautizo de la princesa Estelle en mayo de 2012, Sofia Hellqvist ha estado presente en varios acontecimientos importantes de la Familia Real sueca, como la boda el verano pasado de la princesa Magdalena y Chris O'Neill, el reciente funeral por la princesa Lilian y el Te Deum de ayer. Una solemne ceremonia oficiada por el pastor real, Michael Bjerkhagen, que pidió a Dios que proteja a la nueva Princesa y le ayude a crecer rodeada de amor y de seguridad.
Otra de las ausentes notables de la ceremonia fue la hija de la Heredera. La princesa Estelle se quedó en casa, cuidada por sus abuelos paternos, Eva y Ole, informaron medios suecos. Victoria de Suecia, en cambio, acudió a la cita con férula ortopédica y todo. La Casa Real suele celebrar una ceremonia de acción de gracias coincidiendo con grandes acontecimientos como bautizos, cumpleaños o aniversarios. El último había sido en septiembre de 2013, cuando el rey cumplió 40 años en el trono.