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La Casa Real de Noruega ha querido rendir un homenaje a una de las primeras activistas que luchó por los derechos del movimiento LGTBI. Kim Friele murió el pasado 22 de noviembre a los 86 años y fue todo un icono en Noruega en defensa de los derechos de los homosexuales. En su último adiós han participado la reina Sonia y la princesa Mette- Marit. También estuvieron presentes miembros del gobierno noruego. Todos ellos acudieron a la Catedral de Oslo, donde hace casi dos años despidieron también a Ari Behn, exmarido de la princesa Marta Luisa de Noruega, que se quitó la vida el día de Navidad del año 2019.
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Acompañadas de Masud Gharahkhani, presidente del Parlamento; Toril Marie Oie, jueza del Tribunal Supremo; Jonas Gahr Store, primer ministro y Anette Trettebergstuen, ministra de Cultura e Igualdad de Género, la Reina y la Princesa han querido estar presentes en este funeral de Estado que su país ha rendido a Kim Friele, que en el año 2000 ya fue condecorada por el rey Harald con la Orden de San Olav por su lucha en favor de los derechos LGTBI. El activismo de Friele contribuyó en gran medida a que el código penal de Noruega, que penalizaba los actos homosexuales, fuera derogado en 1972 y la abolición de la homosexualidad como enfermedad psiquiátrica en 1978.
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De luto riguroso, la reina Sonia, con capa y la princesa Mette- Marit con un abrigo de tweed y diadema, han accedido a la Catedral para el último homenaje a esta mujer. La esposa de Haakon de Noruega lució, además un pin con la bandera LGTBI. La despedida contó con la intervención del primer ministro y de algunos familiares durante un servicio religioso en el que cantó un coro y con muchas coronas de flores que abarrotaron el templo. En su homilía, la obispa luterana de Oslo, Kari Veiteberg, que ofició la ceremonia habló sobre la vida de Kim Friele y de su trabajo durante décadas. Dijo que “la homosexualidad es amor” y ensalzó la figura de esta mujer que recibió varios premios y distinciones por su compromiso a lo largo de toda su vida.
© Stian Lysberg Solum / NTBMientras la princesa Mette- Marit acudía a este funeral en su país, su marido, el príncipe Haakon, se encuentra estos días en Estados Unidos. El heredero al trono ha visitado la ONU, donde se ha reunido con el secretario general de la organización, Antonio Guterres. En enero, Noruega ocupará la presidencia del Consejo de Seguridad con lo que se habló sobre las áreas en las que el país se centrará durante ese periodo: paz y seguridad, protección de civiles en situaciones de conflicto, derechos de la mujer y clima.
