Uno de ellos, el más institucional, tiene a los reyes en primer plano sentados en un sillón y franqueados por los príncipes y sus hijos. Todos ellos miran a cámara y muestran la mejor de sus sonrisas mientras lucen de lo más elegantes para la ocasión. En otra de ellas, mucho más espontánea y natural, aparece en primer término un séptimo protagonista: una casa de pan de jengibre elaborada por los niños del jardín de infancia de Fridheim de Oslo