Según publicó el noruego Dagbladet, una situación similar se repitió dos meses después. Fue el 23 de junio en Trondheim, Noruega, y con motivo del Jubileo de Plata del rey Harald. De entre todos los actos que se programaron en agradecimiento a los 25 años de Reinado, Ari Behn solo se dejó ver en el servicio religioso en la catedral de Nidaros, al que entró acompañando a su mujer y a sus hijas y se marchó sin ser visto terminada la misa.