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La princesa Mette-Marit de Noruega apoyó este martes la campaña anual "A trabajar en bicicleta" y lo hizo dando ejemplo: recorrió en bicicleta el trayecto de varios kilómetros que va desde su residencia, en el palacio de Skaugum, hasta el Palacio Real, en el centro de Oslo
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En la ciudad de Lysaker, Mette-Marit y todos los que pedaleaban con ella, hicieron una parada. Allí, la princesa se relajó con el resto de ciclistas, saludó a la gente que se iba encontrando y compartió con sus compañeros uvas para coger fuerzas
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El casco que llevaba puesto lo había pedido prestado de Marius, su hijo mayor, ya que no pudo encontrar el suyo; y los pantalones deportivos, de su esposo, reconoció la princesa
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Una vez en el palacio, Mette-Marit se sirvió un café calentito. "No estoy tan cansada, pero la última subida fue dura", contó al llegar
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