Los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega han hecho una escapada de Semana Santa, de carácter privado, al sur de Italia. Lo que en principio iba a ser un viaje tranquilo para la pareja real, destinado a descansar y disfrutar del ‘anonimato’ para olvidarse momentáneamente de su agitada vida oficial y personal, se ha hecho ‘vox populi’ gracias a Siracusa News. El portal italiano ha desvelado el curioso destino elegido por los príncipes noruegos para desconectar unos días, lejos del protocolo y las obligaciones reales. Se trata de Ortigia, el corazón histórico de la ciudad de Siracusa (Sicilia), bañada por el Mar Jónico.
Según informa La Vanguardia, la publicación trasalpina ha publicado una foto de Haakon de Noruega, en un café del centro histórico de la ciudad, ataviado con un jersey oscuro y gafas de sol, como si se tratara de un turista más visitando el lugar, haciendo una parada para tomarse un descanso. Durante un par de días, Ortigia ha sido el refugio perfecto de los príncipes herederos de Noruega, que han podido disfrutar de la arquitectura barroca de la ciudad, de sus calles empedradas y de la majestuosa Catedral de Siracusa, una auténtica joya del barroco siciliano, cuya imponente belleza se alza como un testimonio vivo de la historia siciliana. Esta joya del Mediterráneo, es mucho más que un enclave turístico; su rica herencia cultural, marcada por griegos, romanos, árabes y normandos, la convierte en un lugar único donde cada rincón cuenta una historia. Además, aquí nació al físico, matemático y astrónomo Arquímedes.
Al parecer, durante estos días, los príncipes noruegos han sido vistos paseando por las callejuelas de este enclave siciliano, haciendo turismo y disfrutando del encanto del lugar y de su gastronomía. Sin duda, la visita a Ortigia no solo es una escapada romántica, sino también una oportunidad para que Mette-Marit recupere fuerzas y cuide de su salud. Hay que recordar que la princesa padece fibrosis pulmonar crónica y el pasado mes de marzo, la Casa Real Noruega anunciaba un empeoramiento en su estado de salud, debido a su padecimiento pulmonar. Esta enfermedad, que le diagnosticaron en 2018, ha obligado a la esposa del príncipe Haakon a reducir su agenda y le ha obligado a tomar descansos más frecuentes de sus deberes oficiales debido a los efectos secundarios del tratamiento. De hecho, tuvo que suspender su visita a la Feria Internacional del Libro en Leipzig, a la que la princesa es asidua debido a su compromiso con la lectura.
A pesar de estas dificultades, Mette-Marit sigue siendo un ejemplo de resiliencia. Ha hablado abiertamente sobre su padecimiento buscando visibilizar las enfermedades crónicas y la incomprensión que a menudo las rodea. Por su parte, el príncipe Haakon ha sido su principal apoyo. En alguna entrevista, el heredero noruego ha expresado la incertidumbre que enfrentan como familia debido a la enfermedad de su esposa, pero también su determinación de enfrentar juntos los desafíos que se les presenten. No cabe duda de que este viaje a Ortigia no es solo un descanso físico, sino también un testimonio de su compromiso mutuo y de la importancia que le dan al tiempo compartido lejos de las obligaciones oficiales.
El debut oficial de Ingrid de Noruega
Esta escapada de los príncipes se produce justo después de un hito importante para la familia real noruega: el debut de Ingrid de Noruega como Princesa en su primera visita de Estado. Según ¡HOLA!, la hija mayor de Haakon y Mette-Marit participó en la ceremonia oficial de bienvenida a la presidenta de Islandia, Halla Tómasdóttir, y su esposo, Björn Skúlason, en el Palacio Real de Oslo. Este evento reunió por primera vez a tres generaciones de la realeza nórdica en un acto de máxima relevancia institucional. Ingrid, con un estilo que recuerda al de su madre, lució un elegante abrigo crema y una diadema al tono, consolidando su papel como futura heredera al trono.
La participación de Ingrid en esta visita de Estado marca un paso significativo en su preparación como figura clave de la monarquía noruega. Su presencia en actos oficiales, junto a sus abuelos y padres, refuerza los lazos entre Noruega e Islandia y demuestra su compromiso con el legado familiar.
Los problemas de Marius
Sin embargo, no todo es tranquilidad para la familia real noruega. Marius Borg (27 años), hijo de Mette-Marit de una relación anterior a su matrimonio con el príncipe Haakon, enfrenta acusaciones de presunto maltrato y violación hacia varias mujeres, según investigaciones recientes. Este hecho ha puesto a la Casa Real en una situación delicada, atrayendo la atención mediática y aumentando la presión sobre Mette-Marit y Haakon, quienes siempre han tratado de proteger la privacidad de su familia. A pesar de las dificultades, la pareja sigue mostrando unidad y fortaleza. Aunque los problemas con la justicia noruega de Marius, están afectando negativamente a la salud de la princesa Mette-Marit, por lo que este viaje a Siracusa ha sido un bálsamo para su delicada salud.
Y, mientras los herederos al trono noruego disfrutaban del sol mediterráneo, los reyes Harald y Sonia mantenían viva una tradición familiar en su finca privada, situada en el valle de Sikkilsdalen, al este del Parque Nacional de Jotunheimen, con cascadas, glaciares y valles exuberantes, y los picos más altos del país. Este refugio en el corazón de Noruega es el lugar donde suelen celebrar la Pascua, rodeados de naturaleza y tranquilidad, una cita que este año está marcada por la ausencia de Haakon de Nouega y su esposa.