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A sus 87 años, Sonia de Noruega es la reina que permanece firme ante las adversidades. Ni su avanzada edad, ni la crisis que ha provocado en la Corona nórdica el Caso Marius, ni sus propios sustos de salud, ni los de su marido, el rey Harald, han hecho ni la más mínima mella en esta Reina que sigue al pie del cañón cumpliendo con una intensa agenda institucional y sin dar síntomas de agotamiento.
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© Getty ImagesLa reina Sonia es una mujer menuda, de apariencia afable y tremendamente implicada en la vida oficial Noruega, que se entusiasma en cada compromiso, que muestra una gran empatía, mucha sintonía con los jóvenes y a la que nunca se le borra la sonrisa de la cara. Los últimos tiempos no han sido fáciles para ella ni para la Corona, pero está más que acostumbrada a remar a contracorriente desde que conoció a su marido, el ahora Rey, se enamoraron y vivieron una historia de amor imposible para la época que acabó con final feliz.
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© NRKLa vida de Sonia Haraldesen cambió para siempre en 1959 cuando conoció al príncipe heredero Harald que en aquella época era cadete de la Academia Militar Noruega. Sonia era una mujer sin sangre azul, hija de un comerciante textil, de la que se enamoró perdidamente. Sin embargo, las normas del entonces rey, Olaf, padre de Harald, eran taxativas. La futura Reina de Noruega debía pertenecer a la realeza y en un primer momento no aprobó el romance ni el consiguiente compromiso matrimonial. No solo eso. El rey Olaf se preocupó de alejar a la pareja y envió a Harald a Oxford, donde el ahora Rey estudió Ciencia Económicas, Políticas e Historia durante solo dos años. Mientras, Sonia fue enviada a estudiar a Suiza, donde enfermó y Harald dejó Reino Unido para estar junto a ella y regresar juntos a Noruega. Harald abandonó la carrera y comenzó a trabajar en la Compañía Naviera Ártica Nacional y en la Comisión Forestal. Mantuvieron su historia de amor en secreto hasta que dio un ultimátum y anunció que renunciaría al trono si no podía casarse con Sonia.
© Getty ImagesTras nueve años de relación, en marzo de 1968, el rey Olaf dio su permiso para que la pareja pudiera casarse tras consultar al presidente del Parlamento, a los líderes políticos y al gobierno. Un matrimonio que este agosto cumplirá 57 años de unión y que es una de las grandes historias de amor de la realeza de todos los tiempos.
© Cordon PressQuizá porque les costó tanto poder casarse, los reyes Harald y Sonia siempre han sido muy comprensivos con las elecciones amorosas de sus hijos. Cuando Europa se sorprendía de que un heredero se casara con una madre soltera, en la Corte Noruega el apoyo fue máximo hacia la princesa Mette-Marit. De hecho, la Reina y la Princesa tienen una relación excepcional y a la que se siente muy unida por el origen plebeyo de amabas. Lo mismo ha ocurrido con la princesa Marta Luisa, quien ha sido libre para elegir pareja y ha roto moldes. De hecho, sus padres estuvieron en su enlace, celebrado en un fiordo en agosto de 2024, con el chamán de las estrellas de Hollywood, Durek Verrett.
© Maja MoanLa no abdicación de Harald de Noruega
Si la década de los años 2000 fue agitada para la reina Sonia por los matrimonios de sus hijos, no lo está siendo menos estos últimos meses. Tras la inesperada abdicación de la reina Margarita de Dinamarca, todos los ojos se pusieron en el rey Harald, de 88 años, con visibles problemas de movilidad y ausencias derivadas de los achaques de la edad. Sin embargo, él se mostró firme y dijo que el trabajo de Rey es de por vida y que no piensa renunciar, lo que implica que su mujer siga teniendo una agenda imparable que desarrolla con el mejor de los talantes.
© Getty ImagesTambién Sonia ha tenido un comienzo de 2025 un tanto complicado. A mediados de enero fue intervenida con éxito de una operación para implantarle un marcapasos después de que días antes tuviera que ser ingresada debido a una fibrilación mientras se encontraba en un viaje de esquí. Dos días después recibió el alta hospitalaria y rápidamente volvió a reincorporarse a sus tareas oficiales.
El escándalo de Marius Borg
Sin embargo, el asunto más grave, que azota a la monarquía nórdica, es el escándalo en el que se encuentra inmerso Marius Borg, el hijo que tuvo de soltera la princesa Mette-Marit, y que para ella es un nieto más. Está siendo investigado por supuestas violaciones y maltrato a varias mujeres, incluidas dos exnovias. La Policía está investigando el asunto y recalando pruebas, algunas de ellas de lo más escabrosas, como unas imágenes en las que Marius estaría agrediendo a una de las sus víctimas en el sótano del Palacio de Skaugum, en el que viven los príncipes Haakon y Mette-Marit.
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© Kungl. HovstaternaA pesar de todo, la reina Sonia sigue firme. Parece que nada le pesa y recientemente la hemos visto disfrutar de los Campeonatos Mundiales de esquí, apoyando al deporte noruego en una de las disciplinas en las que su país más destaca en todo el planeta.
