No van a ser estas unas Navidades tranquilas para la familia real noruega, posiblemente las más difíciles que se recuerdan en lo que a su imagen pública se refiere. El escándalo de Marius Borg, aún lejos de terminarse y que ha hecho temblar los cimientos de una institución milenaria, empaña todo lo relacionado con la Corona nórdica. Así lo hace también en estas fechas tan señaladas, donde la armonía y la paz no les acompañan precisamente como en años anteriores.
Con el caso del hijo mayor de la princesa Mette-Marit flotando en el ambiente y la consiguiente crisis que ha generado, los máximos representantes de la monarquía escandinava han hecho público este fin de semana su tradicional posado para las fiestas que nos ocupan. Nada más compartir el majestuoso retrato, esta vez desde el Salón Rojo de palacio junto al árbol decorado con luces y adornos para la ocasión, la noticia saltaba de manera inmediata al apreciarse una gran ausencia: la del príncipe Sverre Magnus.
"Les deseamos a todos una muy feliz Navidad", han expresado en su mensaje anual junto a la imagen donde, en primer lugar, aparecen sentados los reyes Harald (87 años) y Sonia (87). Justo por detrás de ellos, de pie, vemos a los herederos Haakon (51) y Mette-Marit (51) acompañados por su primogénita, Ingrid Alexandra de Noruega (20). En cuanto a los estilismos elegidos para la ocasión, ellas lucen bonitos vestidos estampados mientras que ellos visten de elegante traje.
El motivo de la ausencia del príncipe Sverre Magnus
En su postal navideña de este 2024, compartida en su perfil oficial de redes sociales, se echa en falta como es lógico al más joven de la familia. Tanto es así que, según recuerda la prensa del país, esta es la primera vez que en sus 19 años recién cumplidos no aparece en el christmas junto a su hermana, sus padres y sus abuelos. El motivo, tal y como ha explicado el jefe de comunicación de la Casa Real nórdica, Guri Varpe, al medio local Dagbladees era que "el príncipe vive en Trondheim y, por lo tanto, no estaba presente cuando se hizo la foto".
Fue a mediados del pasado septiembre cuando conocimos que Sverre Magnus había abandonado el nido temporalmente y se mudaba a esta ciudad, ubicada a unos 440 kilómetros al norte de Oslo. Por motivos de seguridad, solo trascendió en boca de su madre que "tiene que trabajar. No queremos entrar en más detalles sobre qué hará, pero podemos confirmar que se ha ido allí y está muy contento", dijo la mujer del príncipe Haakon a NRK. Posteriormente, se supo que este había comenzado a desempeñarse en una galería de arte, tras terminar sus estudios de secundaria en la escuela superior Elvebakken.
Aunque la ausencia del joven 'royal' ha llamado poderosamente la atención, cierto es que una situación similar se vivió el año pasado cuando Mette-Marit no pudo inmortalizarse junto al resto de sus familiares. Entonces, la razón fue muy diferente puesto que la nuera de los reyes se encontraba de baja médica tras contagiarse del covid-19. Así, al no poder acometer su agenda institucional con normalidad, ello le hizo perderse esta sesión fotográfica.
Marius Borg, en el ojo del huracán
Quien no ha estado en la felicitación y tampoco se le esperaba es Marius Borg Høiby (27 años), si bien esto no obedece a los graves problemas que le afectan ya que en ediciones anteriores tampoco ha formado parte de dicha estampa navideña. Si ya entonces no aparecía, ahora mucho menos después de sus tres detenciones por parte de la policía, su paso por la cárcel, su estancia en un centro de rehabilitación y los cargos que se le imputan por presunta agresión sexual, maltrato o acoso a sus exparejas, entre otros.
Al margen de ello, la familia real escandinava celebrará estas fechas en su residencia oficial de invierno de Kongsseteren, a las afueras de la capital, por lo que estarán presentes durante el tradicional servicio religioso en la capilla de Holmenkollen el día de Navidad. En lo culinario, como manda la tradición, al tener raíces la Corona btanto de Noruega, Suecia, Dinamarca e Inglaterra, degustarán platos de los cuatro países: desde pastel de carne, pato o costillas hasta bacalao y salmón, así como el clásico postre del pudding de ciruelas.