Marius Borg Høiby, que desde el pasado agosto acumula distintos cargos que involucran a seis víctimas, quedó en libertad el pasado 27 de noviembre después de estar una semana en prisión preventiva mientras la policía de Oslo investigaba, al menos, dos presuntas violaciones que se descubrieron al registrar su teléfono móvil en busca de pruebas para los casos de malos tratos del que le acusaron su pareja actual (las únicas acusaciones que él reconoció) y sus dos novias anteriores. Desde ese día, en el que el juez le puso en libertad al considerar que ya no había riesgo de destrucción de pruebas, el paradero del hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega ha sido un misterio. Ahora su abogado confirma que está recibiendo tratamiento para esa rehabilitación que él mismo dijo necesitar hace cinco meses.
Mientras el Palacio Real de Noruega y los propios príncipes Haakon y Mette-Marit guardan silencio, el abogado defensor de Marius, Øyvind Bratlien, ha confirmado al medio Aftenposten que Marius Borg está siendo tratado. "Høiby fue directamente a rehabilitación después de ser puesto en libertad. Todavía está en tratamiento. Está decidido a continuar, aunque sea exigente. Más allá de eso, no voy a comentar nada más al respecto ahora", explica el abogado, sin confirmar la sospechas de la prensa noruega, que el lugar elegido para la rehabilitación es Londres, ciudad a la que se desplazaron en viaje privado los príncipes hace unas semanas y que sería posible, tal y como ha confirmado la policía, porque no hay nada que le impida salir del país.
Lo que sí confirma el abogado es que la familia, es decir, los príncipes Haakon y Mette-Marit le apoyan por completo en este proceso; algo que se desprendía de las breves declaraciones que ha hecho el heredero de Noruega sobre un caso que ha sobrecogido al país y que está minando la imagen de la jefatura del Estado. "Como familia y como padres, hemos querido que Marius reciba ayuda y llevamos mucho tiempo trabajando para que llegue a un lugar donde pueda recibir más ayuda. Es algo a lo que damos mucha prioridad. Debe hacerse dentro del marco establecido por el sistema legal", declaró el príncipe Haakon cuando se enteró de que los cargos contra Marius habían sido ampliados con dos posibles violaciones.
Hay que recordar que Marius fue detenido por primera vez el 4 de agosto, entonces se trataba de un episodio que parecía aislado de violencia contra su pareja y los cargos eran los relacionados con malos tratos en el ámbito de las relaciones cercanas (agresión física y psicológica, amenazas y daños materiales). Diez días después de que esto sucediera, Marius Borg, a través de un comunicado escrito en primera persona y compartido por su abogado, reconoció los hechos acontecidos, se disculpó por ellos (con su novia y con su familia) y lo achacó a los problemas de salud mental que arrastra desde hace años, así como a las adicciones de alcohol y cocaína. Entonces, en ese comunicado, se comprometió a buscar ayuda y recibir tratamiento, sin embargo, después de eso, todo fue a peor.
El hijo de la princesa fue acusado de comportamientos abusivos y violencia por parte de sus dos parejas anteriores, Juliane Snekkestad y Nora Haukland, y llegó una segunda detención por quebrantar una de las órdenes de alejamiento. Para ese entonces, la prensa noruega ya había descubierto modos de actuar, costumbres y amistades de Marius Borg que si bien no eran ilegales, sí que daban la imagen de que el hijo de la princesa había abusado de cierta impunidad por ser parte de la familia del rey.
El hijo que la princesa tuvo antes de casarse con el heredero había llegado a meter dentro de residencias oficiales a personas sobre las que pesaban graves acusaciones o con antecedentes relacionados con el tráfico de drogas. Es más, en este proceso trascendieron conversaciones previas que la policía había tenido con él, advirtiéndole de que si continuaba en esa dinámica, las consecuencias para la imagen de la Familia Real podrían ser fatales, un consejo al que Marius respondió sintiéndose intocable. "A la prensa no se le permite escribir sobre eso", respondió.
La tercera detención de Marius Borg Høiby ocurrió el 18 de noviembre por una presunta violación descubierta en su teléfono móvil, seguida supuestamente por una segunda violación que la policía descubrió mientras Marius estaba detenido en la Comisaría Central de Oslo. Este fue el motivo por el que se solicitó una semana de prisión preventiva para él.
Aunque Marius Borg no es parte de la institución ni ha tenido nunca un papel oficial dentro de la Familia Real noruega, ha vivido como parte de ella desde los cuatro años, con todo lo que implica en cuanto a privilegios, pero sin las obligaciones que tienen aquellos que representan a la jefatura del Estado. Por otro lado, en lo que respecta a Haakon y a Mette-Marit, es innegable que su imagen se ha visto afectada en los últimos meses, hasta el punto de ver pancartas y escuchar cánticos relacionados con este tema en el último partido de fútbol al que acudieron. Parte de esta caída de popularidad se debe a los distintos episodios que se han ido filtrando a la prensa del país, siendo el más escandaloso el aviso a la princesa de que su hijo iba a ser detenido, algo que ha despertado muchas dudas sobre un posible trato de favor o, incluso, sobre la posibilidad que esto brindó para la destrucción de pruebas.