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La princesa Mette-Marit ha recuperado su agenda tras casi un mes con sus compromisos cancelados debido a los efectos secundarios que le provoca su tratamiento contra la fibrosis pulmonar, que padece desde hace años. Tras un almuerzo con los obispos de Noruega que tuvo lugar en el Palacio Real de Oslo, la nuera del rey Harald y su marido, el príncipe Haakon, han disfrutado de una tarde de fútbol, en medio de todos los escándalos que envuelven a Maris Borg, el hijo que tuvo de soltera la Princesa.
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La pareja acudió a la final de la Copa de Noruega en el estadio Ullevaal el sábado por la tarde. El Fredrikstad FK se enfrentó al Molde en un partido muy igualado que acabó en la tanda de penaltis, dando la victoria al primero por cinco goles a cuatro. A pesar del difícil momento que atraviesa la familia, los príncipes se mostraron de lo más sonrientes y animaron con sus aplausos a los equipos.
Esta presencia en el fútbol del heredero al trono y de su mujer ha generado mucha expectación debido a las últimas cancelaciones de la Princesa. Desde verano, el hijo mayor de Mette-Marit ha sido acusado de violencia física y psicológica contra varias de sus exparejas y en las últimas semanas se han añadido tres acusaciones de violación, por lo que estuvo en prisión preventiva durante una semana.
La princesa Mette-Marit derrochó sonrisas y parecía estar completamente ajena a la delicada situación de su hijo. Para combatir las frías temperaturas de Oslo en esta época del año, lució un plumífero negro con cinturón, pantalones oscuros y manoplas con estampado de cenefas.
Tras haber permanecido una semana en prisión preventiva, Maris Borg quedó en libertad el 27 de noviembre. La Policía no pidió una prórroga porque consideraba que no existía peligro de que Marius destruyera pruebas o influyera en los testigos de la investigación. Los agentes también advirtieron que se está investigando otro caso más relacionado con un delito sexual y confirmaron que el cargo anterior (por violación) no ha cambiado.
Marius Borg ya ha sido detenido tres veces en tres meses. Además de las presuntas violaciones, también se enfrenta a las acusaciones de violencia, amenazas e incumplimiento de una orden de alejamiento. Hay seis presuntas víctimas en la causa penal contra el hijo de Mette-Marit de Noruega y dos de ellas son sus exnovias Nora Haukland y Juliane Snekkestad. Él ha reconocido una de las acusaciones, pero se declara no culpable de las otras.