En los últimos meses, parece que llueve sobre mojado en la complicada vida de Marius Borg. Después de dar un paso firme hacia la rehabilitación, el hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega volvió a situarse en el ojo del huracán, porque ha sido detenido y enviado a prisión preventiva tras dos presuntos casos de violación. A los veintisiete años, el joven Marius ha tocado fondo y la Familia Real noruega vive con profunda preocupación ese coqueteo con ‘el lado oscuro’ que Marius Borg emprendió hace años y que, en la actualidad, le ha llevado a la cárcel y a cargar sobre sus hombros por un lado con el dolor de las víctimas de sus presuntas correrías sin freno y, por otro, con el sufrimiento de su madre, cuya salud parece resentirse cada vez que se hace público algún capítulo nuevo de la vida oculta de su hijo mayor. En estas difíciles circunstancias, recordamos a quienes han sido, y algunos siguen siendo, un pilar para este ‘rebelde sin causa’ que está causando tantos quebraderos de cabeza en el país nórdico. Entre ellos, a Emanuel Maktabi, un modelo reconocido que mantiene una curiosa relación familiar con Marius: son hermanastros.
Los lazos que unen a ambos jóvenes
Morten Borg y Mette-Marit terminaron su relación en 1997, aunque decidieron compartir la custodia de su hijo. Después de separar sus caminos, mientras Mette-Marit afianzó su relación con el príncipe Haakon (su romántica boda se celebró el 25 de agosto de 2001), Morten fijó sus ojos en Céline Maktabi, hija de un exitoso comerciante libanés de alfombras persas, en Oslo. Morten y Céline se casaron en 2004. Al igual que Morten con Marius, Céline aportaba a su nuevo matrimonio un hijo, fruto de una relación previa: Emmanuel Maktabi. Un año después del “sí, quiero”, Morten y Céline dieron la bienvenida a un hijo común: Lucas Borg Maktabi, el medio hermano por parte de padre de Marius.
Marius y Emanuel hicieron muy buenas migas desde el principio. Por una parte, porque sus edades son muy cercanas; y, por otra y quizá de más peso, por la pasión que ambos comparten por el mundo de la moda y de las pasarelas. Como recordarán nuestros lectores, Marius Borg comenzó su andadura profesional, allá por 2018, como editor de moda de una revista en Londres, Tempus Magazine. Según contó por aquel entonces la princesa Mette-Marit, todos estaban muy contentos ante la oportunidad laboral que se le había presentado a su hijo: “Es un buen fotógrafo, graba bien, siempre ha querido dedicarse a algo creativo y ahora le ha surgido este trabajo y es una buena oportunidad para aprender”.
Emanuel también se sintió atraído por el mundo de la moda desde muy joven. Sus exóticos rasgos libaneses llamaron la atención en el corazón de Noruega. El primer trabajo que consiguió fue durante una Semana de la Moda celebrada en Oslo. Emanuel desfiló para la diseñadora Ingrid Bredholt, quien lo había descubierto y lo eligió para presentar su colección de la firma Mardou & Dean. Desde ese instante, los cazatalentos detectaron el potencial del joven y a los pocos meses ya estaba posando para la edición británica del Vogue. A pesar de este éxito tan temprano, o precisamente por ese éxito prematuro algo inesperado, su madre estuvo muy pendiente de él en sus primeros pasos. Aunque compartió en sus redes sociales una foto de la sesión fotográfica que Emanuel había protagonizado, no dudó en declarar cuál era su postura con respecto a la vida profesional de su hijo: “Sabe que la escuela es lo más importante […] Ha recibido muchas ofertas y es muy divertido. Él disfruta de la profesión, pero es un negocio duro y ha de tener los pies en el suelo”. Poco después, Emanuel fichó por la agencia Idol Looks. Su director alabó el físico del joven –además de la genética, se nota un concienzudo trabajo en el gimnasio–, sus rasgos muy diferentes al del noruego promedio y le calificó de “it boy”. “Va a llegar muy lejos”, preconizó.
El camino de Emanuel
Con varios miles de seguidores en sus redes sociales, a pesar de no ser muy activo en Instagram, Emanuel siempre ha querido mantenerse en un discreto segundo plano y no se ha aprovechado de su vinculación con la Casa Real noruega para fortalecer su carrera. Esa es una de las razones para las que, por motivos laborales, ha preferido mantener su apellido materno, Maktabi, y no el del marido de su madre. En honor a la verdad habría que señalar que la fama de Morten Borg no es precisamente buena. De hecho, el hoy respetable analista financiero, sobrevivió a una juventud oscura. En 1991, fue detenido por la policía por posesión de cocaína, una mancha en su historial que en la actualidad sale a la luz por la suma de escándalos que ha protagonizado su hijo mayor en los últimos meses. Sin embargo, la historia de la familia Maktabi hunde sus raíces en Irán y hay noticia de ella desde el siglo XVII. A finales del siglo XIX se mudaron a Damasco, capital de Siria, y de ahí se movieron por el Medio Oriente, dedicados siempre a la venta de antigüedades y alfombras, el próspero negocio que emprendió el abuelo de Emanuel y Lucas y que retomó su madre, Cécile.
Vista en perspectiva, la infancia de Marius Borg fue muy complicada y vivió entre la residencia oficial de los herederos a la Corona noruega y el hogar de los Maktabi quienes, al igual que Morten Borg, mantienen un silencio sepulcral en torno a las últimas andanzas de Marius. Durante años, Céline Maktabi propició una relación muy estrecha con el hijo mayor de su esposo. Tal como declaró en su día a la revista alemana Bunte: “Siempre digo que tengo tres hijos. No hago distinciones. Me veo como la otra mamá de Marius. Para mí, es como cualquier otro niño y lo trato como a mis otros dos hijos”. En la Navidad de 2015, Emanuel compartió en su Instagram una fotografía frente al árbol con sus Marius y el pequeño Lucas, muy sonriente este último frente al rictus más contenido de sus hermanos mayores. Desgraciadamente, lo que podría haber sido un hogar para Marius se vino abajo en 2019. Tras quince años de matrimonio, trascendió la noticia de que Morten Borg y Céline Maktabi se habían divorciado. Esta información la confirmó la propia Céline en la revista noruega Se and Hør.
En un principio, la ruptura de sus padres no parecía un impedimento para que Marius y Emanuel trataran de mantener, en la medida de lo posible y con vidas tan distintas, su relación fraternal. De hecho, en muchas ocasiones Emanuel ha sido conocido por la prensa noruega como “el hermano favorito” de Marius quien tiene en Lucas un medio hermano, por parte de padre, y por parte de madre, a la princesa Ingrid, la futura reina de su país y una joven extremadamente discreta y responsable, y al príncipe Sverre Magnus.
Su romántica escapada a Bali
Por el momento, intentando escapar del foco de atención, Emanuel, tal y como le recomendaba su madre, tiene los pies en la tierra y sigue buscando la fama a través de su trabajo como modelo. Ha hallado en sus raíces libaneses su mejor carta de presentación. Cabe recordar que, hoy en día, el mundo de la moda no sería lo que es sin diseñadores tan absolutamente delicados, en cada una de sus colecciones, como Elie Saab, Reem Acra o Zuhair Murad. Por otra parte, el atractivo de los rasgos fenicios y persas está fuera de toda duda. Mujeres como Amal Alamuddin, la esposa de George Clooney, o Salma Hayek, de raíces sirias y libanesas, han puesto muy en alto la belleza de los pobladores del Medio Oriente. De hecho, la actriz mexicana ha dado las gracias públicamente a sus “magníficos genes libaneses”. En cuanto a hombres, los rasgos de Emanuel son parecidos al del famoso cantante Mika, quien no ha dudado en rendir un homenaje a sus “orígenes libaneses, lado que predomina en mi vida”.
Emanuel Maktabi, aferrado a sus raíces, y tratando de afianzar su carrera alejado de los escándalos, mantiene una discreta relación con una atractiva joven que responde al nombre de Celina Cornelia Bakke. Tanto él como Celina han presumido recientemente de unas románticas vacaciones en Bali, pero poco más se sabe de ellos.