La vida de Mette-Marit de Noruega está atravesando uno de sus momentos más difíciles. A sus problemas de salud por la fibrosis pulmonar crónica que padece desde hace años se le ha juntado la delicada situación de Maris Borg, el hijo que tuvo de soltera, quien se encuentra en medio de las polémicas y ha sumido a la Casa Real nórdica en una crisis de imagen sin precedentes.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Tras la detención de Marius y la apertura de una investigación tras las acusaciones de violencia y acoso a sus exparejas, este confesó públicamente que “he luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, algo por lo que he estado en tratamiento en el pasado. Ahora lo retomaré y lo haré muy en serio. El consumo de drogas y mis diagnósticos no me excusan. Quiero ser responsable con lo que he hecho”. Dicho y hecho, el primogénito de la Princesa ha viajado a Londres en compañía del príncipe Haakon, quien lo considera como un hijo, para que comience su rehabilitación.
A la capital británica es a donde la princesa Mette-Marit ha viajado ahora para reunirse con su marido y estar junto a Marius, según ha publicado Se og Hor, que asegura que el desplazamiento tuvo lugar el pasado viernes. Según esta publicación, varios testigos han asegurado que el matrimonio y el joven fueron vistos en un centro comercial, algo que no ha sido confirmado por Palacio.
Un día antes, el heredero al trono sorprendió después de retirarse a última hora de sus funciones públicas para acompañar a Marius hasta la ciudad del Támesis para que comenzase su tratamiento de rehabilitación, según adelantó Se og Hor. El pasado jueves por la noche, los dos cogieron un avión desde el aeropuerto de Gardermoen, en Oslo, hasta la capital británica. Se trató del vuelo regular SK 805 de la compañía SAS (Scandinavian Airlines) al que se subieron como los últimos pasajeros del avión, algo que es habitual por motivos de seguridad cuando viajan miembros de la realeza. Desde la Casa Real se justificó la ausencia del príncipe Haakon por “motivos privados” sin dar más detalles.
Las contradicciones entre Palacio y la Policía
Han pasado más de tres meses desde que Marius fuera arrestado por la Policía y desde entonces sigue habiendo cada vez más dudas que certezas y las contradicciones ya han aflorado. La Casa Real ya ha confirmado que fueron avisados por la Policía y que informaron a los príncipes Haakon y Mette-Marit del posible arresto de Marius. La radiotelevisión pública del país, NRK, aseguró que el hijo de la Princesa fue puesto en alerta de su detención por su madre, quien incluso habría limpiado la casa en la que vive Marius mientras él se duchaba porque estaba muy desordenada. La vivienda se encuentra dentro de la finca Skaugum, residencia de Haakon de Noruega y su familia. Este aviso ha generado malestar en la opinión pública del país por ser un trato de favor y porque habría permitido la eliminación de pruebas.
Sin embargo, la Policía contó que se notificó de rutina a Palacio por razones de seguridad, pero no se dio ninguna información sobre un posible arresto y creen que fue Palacio quien llegó a la conclusión de que se iba a apresar a Marius Borg.