Mette-Marit de Noruega ha reaparecido después de que hubiese cierta preocupación a raíz de que Palacio comunicara hace unos días que alargaba su baja tras retomar su tratamiento para la fibrosis pulmonar crónica que le fue diagnosticada hace varios años. En compañía del príncipe Haakon, ha retomado su agenda en un evento sobre salud mental. Además, este jueves, la pareja acudirá a un almuerzo en medio de toda la polémica del Caso Marius que no deja de crecer y generar cada vez más dudas. Ahora, han surgido contradicciones entre la Policía y Palacio que tienen que ver con la detención del hijo que la Princesa tuvo de soltera.
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La Casa Real ha confirmado que fueron avisados por la Policía y que la Corte informó a los príncipes Haakon y Mette-Marit del posible arresto de Marius. La radiotelevisión pública del país, NRK, asegura que el hijo de la Princesa fue puesto en alerta del arresto por su madre y que incluso habría limpiado la casa de su hijo antes de la detención. La vivienda de Marius se encuentra dentro de la finca Skaugum, residencia del príncipe heredero. Algo que ha generado malestar en la opinión pública por ser un trato de favor y porque habría permitido la eliminación de pruebas.
Para rizar más el rizo, la Policía asegura que avisaron a Palacio, pero que en ningún momento mencionaron una posible detención. “Después de que se informara a la Polícia que Maris Borg había estado involucrado en un incidente la noche del 4 de agosto, la Policía realizó una notificación de rutina a Palacio por razones de seguridad. Se proporcionaron datos sobre el incidente, pero por parte de la Policía no se dio ninguna información sobre un posible arresto”, ha asegurado el director de comunicaciones del Servicio de Seguridad Policial, Trond Hugubakken.
Por su parte, Palacio ha contado que “la Policía informó a la Corte y ésta informó a los príncipes herederos sobre un incidente que involucraba a Marius Borg y sobre un posible arresto”, ha informado el director de Comunicaciones de la Casa Real, Guri Ofstad Varpe, en declaraciones a NRK. Esto no ha hecho más que enquistar más el asunto ya que aún no está claro si alguien notificó a la Jefatura del Estado sobre un posible arresto o si en realidad se trata de una conclusión a la que llegó el propio Palacio.
Una detención extraña desde el principio
Pese a la confusión, la Policía insiste en que ellos no notificaron a Palacio sobre una detención que fue extraña desde el principio. Marisu Borg fue arrestado en la escuela pública Janslokka, un lugar que no tiene ninguna relación con él, pero que está cerca de la finca real Skaugum. Ya entonces se concluyó que el lugar había sido acordado por ambas partes con el fin de evitar el escándalo y la burocracia que implicaría un arresto dentro de un lugar que pertenece a la jefatura del Estado.
Cuando Marius fue apresado se le confiscó su teléfono móvil al que le faltaba la tarjeta SIM y estaba parcialmente dañado. En su declaración, el hijo de Mette-Marit aseguró que hasta ese mismo día la tarjeta estaba en su teléfono, pero que no sabe quién la sacó ni dónde puede estar. Además, según el medio VG, antes de que la Policía detuviera a Marius, la Princesa entró en su casa mientras él se estaba duchando y la limpió porque estaba muy desordenada, con la consiguiente eliminación de pruebas.
La Policía ha recibido la petición de una de las partes de la acusación para que la princesa heredera fuera interrogada sobre la investigación abierta del caso de violencia contra su hijo, algo que, de momento, ha quedado en el aire. Ahora que ha vuelto al trabajo quizá se vuelva a pedir que testifique.
Mientras la controversia y la confusión no paran de crecer, el rey Harald, de 87 años, se encuentra de viaje privado en el extranjero y es su hijo Haakon el que está actuando como regente, mientras la princesa Mette-Marit vuelve a la escena pública en medio de las contradiciones surgidas.