Desde que el pasado agosto fue detenido por un caso de violencia en las relaciones cercanas, lesiones corporales, daños y amenazas, que todavía se están investigando, Marius Borg Høiby se ha convertido en uno de los personajes que más titulares está ocupando en Noruega. La expectación en torno al hijo de la princesa Mette-Marit no solo reside en los posibles hechos constitutivos de delito y en las consecuencias judiciales que puedan tener, de forma paralela se ha destapado un modo modo de vida que al parecer era conocido por los príncipes herederos, la Casa Real y la propia policía de Oslo. Su historia ya se ha convertido en canción y la cosa podría haber quedado allí, sin embargo, el rapero que se inspiró en el episodio de violencia que el propio Marius reconoció, fue más allá y utilizó su imagen para publicitar su último disco. Así es como Marius ha conseguido una primera victoria judicial en un camino que podría no haber hecho más que empezar.
La semana pasada los medios noruegos informaron de que varios lugares del este de Noruega habían amanecido empapelados con carteles con la imagen de Marius Borg Høiby, era la estrategia publicitaria del rapero de 22 años Jo Marstein para dar a conocer su nuevo álbum, un trabajo que contenía una canción que describía algunas escenas que han trascendido de la agresión protagonizada y reconocida por Marius en la casa de la que entonces era su pareja. Si bien el rapero no mencionaba su nombre, sí cantaba la historia de "un tipo" que "clava cuchillos en la pared", una referencia a una de la las fotografías del escenario de la agresión que se publicaron en algunos medios del país.
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En cuestión de una semana y mediante una orden judicial temporal, el Tribunal de Distrito de Oslo ha atendido a la denuncia de Høiby y ha dictaminado que su imagen debe retirarse de forma inmediata, sin embargo, de momento, según la cadena pública TV2, no ha dado ninguna instrucción relativa a la difusión de la canción que ha disgustado a Marius. "Høiby señala que la letra de la canción contiene acusaciones graves y considera ofensivo participar involuntariamente en una campaña publicitaria de un álbum de música que contiene referencias despectivas tanto a su madre como a él mismo", afirma la sentencia.
El tribunal ha subrayado que el daño que se pretende evitar ya se está produciendo y que, por tanto, es necesaria una intervención inmediata para evitar daños mayores, así que, además de retirar la imagen del hijo de Mette-Marit de cualquier publicidad relativa al disco, ha estipulado que la discográfica (Universal Music) pague a Marius unos ocho mil euros en concepto de gastos legales.
El abogado de Marius, Øyvind Bratlien, afirma que su cliente es víctima de una tormenta mediática que está dispuesto a frenar. Sobre esto es inevitable recordar que la prensa noruega accedió a unas conversaciones informales entre la policía de Oslo y el hijo de la princesa, grabadas el pasado otoño, en el que las autoridades le advertían de que estaba frecuentando compañías peligrosas y adoptando actitudes que si bien no eran ilegales, podrían generar problemas mediáticos para la Familia Real, entonces Marius se mostró indiferente y afirmó que a la prensa noruega no se le permite escribir sobre él. Ahora ("en contra de todo pronóstico", como dice el rapero noruego) las cosas son distintas para el hijo de la princesa, que todavía está por ver el recorrido legal que tendrá un caso en el que también se sumaron sus dos exnovias, Juliane Snekkestad y Nora Haukland, al afirmar ante la policía que fueron víctimas de malos tratos durante el tiempo que mantuvieron una relación sentimental con Marius. Hay que recordar que él niega ser culpable de esas dos acusaciones, pero reconoció todos los hechos acontecidos en la noche del 4 de agosto.