"Entiendo que hay muchas preguntas sobre esto. Por supuesto, como comprenderás, es una situación complicada", ha dicho el príncipe Haakon a la cadena pública noruega, NRK, al ser preguntado por el 'caso Marius'. Efectivamente las preguntas en torno a la investigación policial a Marius Borg Hoiby no paran de acumularse, especialmente desde que se comunicó que uno de los abogados de la acusación ha solicitado a la policía que se interrogue a la propia princesa Mette-Marit, una petición que estaría vinculada con las informaciones que ha publicado la prensa noruega sobre que fue alertada con antelación de la detención de su hijo. En este escenario, cada vez más complejo, se pronuncia el príncipe Haakon y lo hace apelando a la unidad familiar.
"Hay una investigación policial en curso y no creo que sea correcto decir tanto sobre los elementos individuales que contiene", advierte el príncipe heredero sobre la investigación que comenzó el pasado 4 de agosto y en la que se acusa a Marius de violencia en las relaciones cercanas, lesiones corporales, daños y amenazas. Hay que recordar que él mismo, a través de un comunicado que hizo circular su abogado, reconoció los hechos acontecidos en el apartamento del distrito de Frogner en el que vivía la que entonces era su pareja, además el hijo de Mette-Marit reconoció el consumo de drogas y alcohol, algo que se iba a saber debido a los análisis de sangre que le tomaron esa misma noche, y también a unos problemas de salud mental de largo recorrido. Cuando el caso salió a la luz, sus dos ex novias conocidas, Juliane Snekkestad y Nora Haukland, acudieron a la policía para contar que ellas vivieron una situación similar durante el tiempo que mantuvieron una relación sentimental con Marius. Estas últimas acusaciones son negadas por Marius, que en uno de los casos afirma que fue al revés, que él fue la víctima.
Haakon de Noruega, que respondió a estas preguntas el jueves por la noche cuando acudió a la Ópera, añadió: "Como familia tratamos de cuidarnos unos a otros. Y además, estamos deseosos de hacer nuestro trabajo". Unas declaraciones que mantienen el tono de las que hizo unos días antes el propio rey Harald, contando que a veces la vida es díficil. Todo ello complicado por la salud de la princesa Mette-Marit que, diagnosticada desde el 2018 de fibrosis pulmonar, se acaba de retirar de la vida pública.
El caso nunca fue fácil, pero en la última semana, en lo que respecta a la Casa Real noruega, se ha complicado todavía más. Según el medio VG, la policía de Oslo está investigando hasta donde pueden llegar en con los miembros de la realeza. "Es cierto que la policía ha investigado los límites de la posibilidad de realizar diversas investigaciones contra miembros de la familia real", dijo al citado periódico el abogado de la policía Andreas Kruszewski. "La Familia Real tiene cierta inmunidad en lo que respecta a la persecución penal, pero se debate si esto también se aplica a los consortes", añaden. Todo esto viene de la petición que hizo el abogado que asiste a Juliane Snekkestad de que llamara a la princesa heredera Mette-Marit para ser interrogada en el caso contra con su hijo. "Estamos considerando esa solicitud, primero debemos resolver las cuestiones que rodean a esa petición", publica VG citando a fuentes de la propia investigación.
Hay que recordar que tanto VG como Aftenposten, publicaron la semana pasada que "la policía notificó a la Corte Real y la Corte Real informó a Mette-Marit sobre un incidente que involucraba a Marius Borg Høiby y sobre un posible arresto". Según los medios citados, Marius sabía que lo iban a detener y habían pactado un lugar para hacerlo fuera de los terrenos reales, eso explica que el hijo de Mette-Marit fuera detenido en la escuela pública Jansløkka, un lugar que no tiene ninguna relación con él, pero que sí esta cerca de la finca real Skaugum, donde tienen la residencia oficial los príncipes Haakon y Mette-Marit y en cuyos terrenos cedieron una casa a Marius.. Este trato de favor también vendría a explicar otra información que obtuvo la prensa noruega, la de que Marius llevaba encima un teléfono móvil roto y sin tarjeta SIM. Por otro lado, el medio VG asegura que el tiempo que medió entre que la princesa recibiera la información y la detención de Marius, ella se habría dedicado a limpiar la casa de su hijo, aunque finalmente no se produjo ningún registro en ella dado que la agresión no había sucedido allí.