La corona noruega atraviesa un bache importante, y la princesa Mette-Marit lo sufre de manera muy personal. Al escándalo generado por el caso Marius Borg, se suma el delicado estado de salud de su madre. Hace unas semanas, la Casa Real del país emitió un escrito anunciando su baja médica por los efectos secundarios de los medicamentos que está tomando debido a su enfermedad, una fibrosis pulmonar crónica. Una situación que provocó que se cancelaran todas las actividades oficiales que tenía previstas durante una semana. Ahora, cuando se esperaba su reaparición este jueves en la ópera de Oslo, un nuevo comunicado anuncia que la mujer del príncipe Haakon va a continuar alejada de la vida pública.
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La Cara Real noruega ha comunicado que tras haber retomado el tratamiento por la enfermedad que padece, está sufriendo una reacción adversa: "Debido a los efectos secundarios de los medicamentos que la princesa heredera debe tomar para su enfermedad pulmonar crónica, la baja por enfermedad se ha ampliado, inicialmente hasta el 5 de noviembre", han concluido sin entrar en más detalles. Un anuncio que significa que su agenda y los actos oficiales se posponen una semana más.
Fue el pasado 11 de octubre cuando se informó que había reiniciado su medicación. En su mensaje explicaban que la experiencia anterior ha demostrado que los medicamentos pueden provocar efectos secundarios y modificar el programa oficial de la princesa heredera. Por eso, nos parece natural compartir esta información en la situación en la que nos encontramos”. Un hecho, que finalmente se ha dado así.
Fue en el año 2018, cuando la Princesa fue diagnosticada de una variante inusual de fibrosis pulmonar, una enfermedad crónica que cursa con inflamación, endurecimiento y cicatrización (fibrosis) del tejido pulmonar, lo que deteriora lenta pero progresivamente la función respiratoria. Esta patología grave, ha hecho que, desde hace años, los compromisos de la princesa Mette-Marit se hayan visto reducidos y que su presencia haya sido meramente testimonial para centrarse en atajar su enfermedad. De hecho, no es la primera vez que la dolencia le ha obligado hacer una parada para descansar y recuperarse.
La última aparición pública de la Princesa
Mette-Marit lleva un tiempo con una intensa agenda que comenzó a principios de mes con la bienvenida oficial a Noruega del presidente de Finlandia, Alexander Stubb, y la primera dama, Inees-Stubb, en la plaza del Palacio Real de Oslo. En el acto también estuvieron los Reyes Harald y Sonia, así como el príncipe Haakon. Posteriormente, se trasladó hasta Berlín junto a su marido para participar en la celebración del 25º aniversario del complejo de la embajada nórdica en la ciudad alemana, en lo que se convirtió en una cumbre de monarquías del norte de Europa. Un acto en el que coincidieron con los reyes Federico y Mary de Dinamarca y Victoria y Daniel de Suecia.
El delicado momento de la monarquía del rey Harald
Esta baja laboral llega en un momento delicado para la Familia Real noruega que ha visto como el Caso Marius, la detención, investigación y acusaciones contra Marius Borg les empieza a pasar factura en forma de bajada de popularidad en la opinión pública. El pasado 4 de agosto, tal y como él mismo ha reconocido, el hijo que la princesa Mette-Marit tuvo antes de casarse agredió físicamente a la joven con la que mantenía una relación sentimental. Fue detenido y se abrió una investigación que solo fue la punta del iceberg de un proceso en el que ha terminado siendo acusado por otras exparejas. En medio de toda la polémica también se han conocido episodios problemáticos de la vida de Marius, mientras la monarquía noruega guarda silencio.