Cuando estalló el "caso Marius", el pasado 4 de agosto, no parecía que los hechos acontecidos en torno al hijo que tuvo Mette Marit antes de casarse con el príncipe Haakon y de convertirse en la futura reina consorte de Noruega fueran a pasar factura a una monarquía holgadamente respaldada y a un rey Harald que contaba con el apoyo de los noruegos para cumplir con su juramento hasta el final. Sin embargo, conforme ha ido avanzando la investigación policial, ha salido a la luz la cara oculta de Marius Borg, y la institución permanece enrocada en su silencio, esos apoyos comienzan a flaquear mientras la Casa Real noruega esquiva el tema al tiempo que anuncia nuevos planes oficiales.
Teniendo en cuenta que la investigación policial todavía está abierta y que Marius Borg se enfrenta a cargos que están castigados en Noruega con penas que van desde la multa hasta los trabajos comunitarios o la prisión, es comprensible que la realeza quiera guardar silencio hasta que se pronuncie la justicia. Además ese silencio viene a recordar otra cosa: Marius nunca ha tenido un papel oficial y no es un miembro de la institución que ocupa la jefatura del Estado. En contra de estos argumentos, Marius sí ha sido criado en la Familia Real, ha vivido en los terrenos reales y ha recibido, entre otros privilegios, un pasaporte diplomático. Sin olvidar el asunto que más parece preocupar en este momento, la influencia que puede tener en su hermana pequeña, la princesa Ingrid, futura reina del país y que en su momento describió a su hermano como todo un referente en su vida.
Crece el interés por Sverre Magnus: el príncipe que se parece a su bisabuelo, el rey del pueblo
El asunto, como bien dijo el príncipe Haakon, “es serio” y, mientras el rey Harald continúa con sus compromisos en el Parlamento noruego, cada vez surgen más voces que demandan algún tipo de aclaración al menos de los episodios que al parecer tuvieron lugar dentro de las residencias reales. Hay que recordar que el medio Se og Hor, ha tenido acceso a unos audios en los que policía, ya hace casi un año, advertía a Marius de que alguno de sus amigos estaban siendo investigados en lo que podría ser un trato de favor al hijo de la princesa. Un favor del que evidentemente no hizo buen uso, como ya advirtió entonces contestando a la policía lo siguiente: “Mi círculo de amigos es el mismo desde hace diez años, y así son las cosas. Mis padres lo saben, mis amigos también, no puedo hacer nada al respecto”.
Mientras avanza el caso, los príncipes herederos deben continuar con una agenda que antes era mucho más abultada que ahora. Así se ha anunciado su presencia el próximo 21 de octubre en un aniversario al que también acudirán los reyes Federico y Mary de Dinamarca y los príncipes Victoria y Daniel de Suecia. Se trata del 25 aniversario de la embajada nórdica en Berlín, un encuentro que contará con altos representantes de los cinco países nórdicos: Dinamarca, Islandia, Finlandia, Noruega y Suecia. Un nuevo encuentro para unas familias unidas por lazos históricos, pero que ya se han encontrado en visita oficial desde que Federico y Mary se convirtieron en reyes el pasado enero.