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Marius Borg, el hijo mayor de Mette-Marit de Noruega, ha sido detenido por la policía este viernes por la noche y posteriormente puesto en libertad, acusado de violar una orden alejamiento con una de las víctimas que le tiene denunciado. Se trata del segundo arresto del joven de 27 años en poco más de un mes, por lo que el escándalo que salpica de lleno a la familia real escandinava parece estar lejos de terminarse.
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En esta ocasión, tal y como recoge el diario escandinavo Vg, todo se producía durante un viaje del nieto de los reyes Harald y Sonia a las montañas del municipio de Gausdal. Concretamente, es una zona de cabañas en plena naturaleza perteneciente al condado de Innlandet, que se sitúa a unos 230 kilómetros al norte de la capital, Oslo.
Hasta allí se había desplazado Marius Burg con un grupo de amigos para ir de caza, escenario en el que tenía su detención por parte de los agentes. Øyvind Bratlien, abogado del primogénito de la Princesa, ha asegurado ante la prensa que su cliente se declara inocente de los cargos que se le imputan. Además, sobre el momento en el que fue arrestado, afirma que su defendido no portaba ningún tipo de arma de fuego para la citada práctica. De momento, no se ha podido confirmar si el joven tiene licencia para ello.
La policía, por su parte, ha explicado cómo se han sucedido los hechos de la última semana para llegar a este extremo. Según la versión oficial, el pasado martes 10 de septiembre Marius se puso en contacto, a través de una llamada de teléfono móvil y mediante un número oculto, con una de las chicas que lo ha demandado. Algo que tiene completamente prohibido por decisión del juez y que, incluso, no sería esta la primera vez que intentaba hablar con ella en estos días.
Tras llegar dicha información a oídos de las fuerzas de seguridad, estas decidieron actuar y detener a Borg por quebrantar la orden de alejamiento y, según explican, por el "riesgo a que se repita" dicha conducta. Horas después, ya el sábado, se procedía a su puesta en libertad. Sobre lo ocurrido, el letrado que vela por los intereses del detenido se ha quejado de que "en mis 17 años de profesión, no he conocido nunca un arresto sobre una base fáctica y jurídica tan escasa".
El pasado 4 de agosto, el hijo que tuvo la princesa heredera antes de su matrimonio con Haakon de Noruega fue detenido por primera vez. El motivo, una agresión a una mujer de 20 años con la que mantenía una relación sentimental, algo que que él mismo reconoció después en un comunicado. Aseguraba entonces que todo ocurrió cuando se encontraba bajo los efectos del alcohol y la cocaína, además de señalar que padece varios “trastornos mentales”.
El asunto no quedó ahí, puesto que la bola de nieve se hizo aún más grande y no había hecho más que empezar a rodar. Fue cuando las autoridades comenzaron a investigarle también por otros dos casos de violencia y amenazas diferentes, tras escuchar la declaración de dos de sus exnovias Juliane Snekkestad y Nora Haukland, a quien este habría causado igualmente lesiones tanto físicas como psicológicas.
Tras estallar el caso, el numero uno en la línea de sucesión declaraba recientemente que "es un asunto serio y nos preocupa que todos los involucrados reciban ayuda y apoyo, que tengan buena gente a su alrededor”, dijo el príncipe Haakon a la cadena pública NRK. “Estamos unidos", añadió sobre cómo lo están viviendo en el seno de la familia. "Sabemos lo que Marius nos ha contado y conocemos alguno de sus complicados problemas", aseveró el futuro rey noruego.