Lo suyo es una buena definición de amor contra viento y marea, de una relación sentimental consolidada en el tiempo frente a todo tipo de convencionalismos. Marta Luisa de Noruega y Durek Verret están a punto de cristalizar su cuestionado romance en boda real, pero no han sido pocos los obstáculos y vicisitudes que han tenido que superar y sobreponerse hasta poder darse el 'sí, quiero'.
Será el próximo sábado, 31 de agosto, cuando la pareja celebre su ansiado enlace en el fiordo de Geiranger, al oeste del país escandinavo. Un evento por todo lo alto que reunirá a miembros de la realeza, familia y numerosos amigos de los novios para esta cita tan especial que cubrirán ¡HOLA! y HELLO! en exclusiva.
Sobre cómo hemos llegado hasta aquí, recordamos que la Princesa hizo pública su nueva ilusión en mayo de 2019. Lo hacía tres años después de que se concretara su divorcio de su primer marido y padre de sus tres hijas, el escritor Ari Behn, quien falleció trágicamente siete meses después tras quitarse la vida.
Se confirmaba así el idilio entre Marta Luisa y el chamán estadounidense, después de haberse conocido meses antes a través de un amigo en común. "Cuando encuentras a tu alma gemela, lo sabes. He tenido esa suerte y ha cambiado mi vida", escribió ella entonces en su perfil público. Tiempo después, sería ya en junio de 2022 cuando ambos anunciaron su compromiso.
El qué dirán los demás
Tras saberse que estaban juntos y desde un primer momento, la hermana de Haakon de Noruega fue consciente de que muchos no verían con buenos ojos su historia de amor. "Aquellos que sientan la necesidad de criticar: tranquilos. No les corresponde elegir por mí ni juzgarme. No escojo a una persona para satisfacer a nadie, ni a las normas o encasillamientos que los demás tengan en la cabeza", se apresuró a decir.
También el gurú espiritual reconocía que su relación era una especie de "ellos contra el mundo", por lo que era más necesario que nunca luchar en lo creían firmemente. "Es un poco difícil para la gente ver algo nuevo y evolucionar más allá de sus zonas de confort", dijo al respecto a la revista Town & Country. Consideraba por tanto que se necesita "más pedagogía y mucha paciencia" para que la sociedad lo acepte y "no se siente incómoda", decía.
El permiso de los reyes Harald y Sonia, todo un reto
Sobre cómo fue la pedida de mano, según contaron ellos mismos, este le hizo la gran pregunta bajo un roble en la granja de caballos de un amigo en San Juan Capistrano, California. "Fue realmente hermoso, como una bendición". En cuanto al espectacular anillo que le regaló Durek a Marta Luisa, se trataba de una pieza de esmeralda brasileña de color verde pálido y cuatro diamantes piramidales llenos de simbolismo.
Una joya diseñada por el propio chamán, quien antes de dársela a la Princesa pidió permiso para casarse a los padres de esta, los reyes Harald y Sonia. "La Reina me preguntó que cuáles eran mis perspectivas de futuro y cómo podría cuidar de Marta y de las niñas", contaba Durek al citado medio. "Hubo un momento de silencio y creo que esa fue la parte que más me asustó, pero dijeron que sí", relataba.
El estallido de la pandemia que los separó (físicamente)
La 'royal' de 52 años, por su parte, confesó estar "muy feliz de seguir creciendo junto a este gran hombre" de 49, dando a su vez las "gracias a todos mis amigos y familiares que han permanecido firmes a nuestro lado", añadía. Convencidos de que lo que había entre ellos era auténtico y verdadero, otro de los desafíos que tuvieron que solventar antes de declararse mutuamente fue el estallido de la pandemia.
Aquella etapa de 2020 les tocó vivirla por separado mientras arreciaba el covid por todo el planeta, él en Norteamérica y ella en su tierra natal. Sin embargo, los miles de kilómetros de distancia que había entre ellos no provocaron ni mucho menos que la llama se apagara. De hecho, escribieron poesía en un libro compartido y se lo enviaban de ida y vuelta entre ambos países.
"Cuando estuve lejos de ella, lloraba porque lo que me emociona es poder despertarme todos los días al lado de esta hermosa mujer", dijo Verret en el podcast de su prometida, HeartSmart Conversations, al recordar cómo vivió esa fase de su romance. Ahora, sin embargo, "me levanto y lo primero que pienso es en lo afortunado que soy", apostillaba.
Los problemas de salud de Durek que pararon la boda
Fue en enero de 2023 cuando salió a la luz que Marta Luisa de Noruega se veía obligada a posponer su enlace, tras es el agravamiento de la enfermedad renal que el guía espiritual padecía desde hace casi tres décadas. De hecho, el propio Durek había hablado en alguna ocasión sobre su estado de salud: "Tenía la presión arterial alta, al igual que mi padre y mi abuelo, pero nunca me lo tomé en serio", explicó.
"Eso destruyó mis riñones y sufrí un paro cardíaco. Fue uno de los momentos más duros de mi vida. Estuve muerto durante cuatro minutos y cuando me reanimaron sufrí una lesión en el cerebro. Me moví en silla de ruedas durante casi dos años y necesité diálisis durante ocho", relataba sobre el calvario sufrido y del que felizmente pudo recuperarse.
El inesperado ataque de la madre del chamán a su hijo
Veruschka Urquhart, como se llama la futura suegra de la Princesa, se mostró muy crítica con su vástago en abril de 2023 tras asegurar que "él no trabaja para el mundo, sino contra el mundo", dijo en una entrevista para el medio nórdico Se og Hør. "Durek no te ayuda a encontrar la luz divina. Te lleva a su luz, donde puede infiltrarse y manipularte", señalaba entonces.
La mujer de 80 años explicaba que se sentía dolida y traicionada por el gurú espiritual, ya que este no fue a visitarla las Navidades de 2022 en su casa de Nueva York cuando la pareja estuvo en la ciudad de los rascacielos. Lamentaba no haber podido conocer en persona a la Princesa, quien además estaba acompañada en aquel viaje por sus hijas Maud Angelica, de 20 años, Leah Isadora (18) y Emma Tallulah (15).
Pese a ello, la madre del chamán aclaró que sí había hablado con su futura nuera por teléfono y se mostraba encantada con la boda real. Incluso, agradecía al monarca escandinavo y su esposa el buen trato que le habían dado siempre a Durek.
Serán un matrimonio feliz, pese a todo
El novio, que se mudó a Noruega a principios de este verano pensando ya en la boda, aseguró que el matrimonio para él es algo sagrado. Además, compartía recientemente un adelanto de su nueva vida en Europa con una foto donde se le veía disfrutar de un paseo en barco con su futura esposa: "Vivir aquí me ha abierto un nuevo nivel de felicidad", señalaba.
Marta Luisa, a su vez, subrayó que estaba "muy emocionada por nuestra boda", contando ya los días que faltan para que su gran deseo se cumpla y nada ni nadie lo impida. Un amor de película cuyo guion concluye como ellos habían deseado, con el enlace donde se jurarán amor eterno rodeados de sus seres queridos y allegados.