Mette-Marit de Noruega cumple este lunes 19 de agosto 51 años y la Casa Real lo celebra con un escueto texto y con una fotografía de la princesa en solitario. La mujer de Haakon de Noruega sonríe, aunque a día de hoy vaya justa de motivos: atraviesa la mayor crisis de su historia como princesa. La investigación policial y los problemas de adicciones y salud mental que su propio hijo mayor, Marius Borg Hoiby, ha declarado tener, han venido a complicar su existencia en un momento que estaba siendo especialmente positivo para ella. Rizando e rizo, el día de su cumpleaños, pocos hablan de celebraciones y muchos se cuestionan el papel que ha tomado la princesa en el conflicto que afronta su hijo.
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Marius Borg Hoiby es mayor de edad, no pertenece a la Casa Real y nunca ha tenido compromisos institucionales, sin embargo, es un miembro de la Familia Real y desde que su madre se casó con el príncipe Haakon, en el verano del 2001, ha formado parte de la familia que encabeza el rey Harald y al que como representante de la jefatura del Estado se le exige un comportamiento intachable a él y a los suyos. Por eso, cuando hace dos semanas saltaba a los medios de comunicación noruegos su detención policial y la apertura de una investigación en torno a Marius, el interés en torno al caso se disparó.
Entonces trascendió que el hijo de la princesa había agredido física y psicológicamente a la chica con la que estaba saliendo y que le había destrozado la casa; fue él mismo el que dijo que lo había hecho bajo los efectos de las drogas y del alcohol, y que además tiene varios problemas de salud mental. Esta fue la primera ficha que movió Marius Borg y su abogado, un comunicado en el que asumía todas las responsabilidades y pedía perdón a la chica. La investigación ha seguido avanzando y la policía noruega ha confirmado que las ex novias de Marius (Juliane Snekkestad y Nora Haukland) han sido llamadas a declarar. En este complejo escenario, el palacio confirmó a Aftenposten que la princesa Mette-Marit llamó a la chica para interesarse por su salud, un gesto que está siendo muy analizado en el país. Aunque nadie duda de la buena voluntad de la princesa, algunos rotativos, como SE og HØR, la tachan de un error por boca de juristas al contemplar que exista la posibilidad de una injerencia con la investigación.
En medio de esta crisis familiar no se esperan por tanto festividades públicas en torno al cumpleaños de una princesa que suele invitar a familiares y a amigos a un servicio religioso en la capilla del palacio del que todavía no se tiene constancia. Hay que tener en cuenta, que desde el 2018 hasta el 2024, la princesa Mette-Marit se había visto obligada a retirarse de forma parcial de la vida oficial debido a la fibrosis pulmonar que padece. Sin embargo, en estos últimos meses, después de pasar una temporada complicada en torno a septiembre del año pasado, la salud acompañó a la Princesa y le permitió tener una actividad mucho más intensa de lo habitual. Algo que era necesario para la institución, ya que el rey Harald, después de estar dos meses de baja y ser operado del corazón, anunció una reducción del alcance y número de sus actividades públicas.