Harald de Noruega tiene 87 años y constantes bajas por motivos de salud, el susto más reciente tuvo lugar el pasado febrero cuando fue ingresado en un hospital de Malasia y trasladado a Oslo en un avión medicalizado. Estos achaques, que llevan años afectando a la agenda oficial, han hecho que el príncipe heredero, Haakon, haya asumido la jefatura del Estado en múltiples ocasiones y hasta en los actos de máxima relevancia institucional. Sin embargo, la última encuesta realizada por NRK, la corporación de radiodifusión pública de Noruega, es clara: si el rey mantiene su palabra, los noruegos mantienen su apoyo. Este puede ser el resumen de la cuestión sucesoria en Noruega a día de hoy.
Solo un 26% de los noruegos creen que el rey debería pasar el trono al príncipe heredero, frente a un 57% que consideran que Harald de Noruega debe permanecer en su cargo. Estos datos han sido recogidos en el mes de mayo, coincidiendo con la incorporación del rey a la agenda oficial después de una baja médica que ha durado más de dos meses. Aunque sus apoyos siguen siendo amplios, sí que ha habido un ligero aumento si lo comparamos con la encuesta realizada en el mes de febrero, cuando era un 22% de los noruegos los que apoyaban una posible abdicación al hilo de lo que acababa de suceder en Dinamarca, país vecino y con vínculos históricos donde la reina Margarita abdicó de forma inesperada a favor de su hijo, Federico X.
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Cierto es que después de la prolongada recuperación a raíz de su enfermedad en Malasia, país en el que se encontraba de viaje privado junto a la reina Sonia, el rey Harald ha regresado haciendo una pequeña gira dentro de Noruega y recibiendo en visita oficial a los nuevos reyes de Dinamarca. Su postura con respecto a la abdicación es de sobra conocida, el soberano respeta, apoya o no se pronuncia sobre las decisiones que se tomen en otros países, pero recuerda que su palabra es para siempre. "Mantengo lo que he dicho todo el tiempo: he hecho un juramento al Storting (parlamento) y es de por vida".
Si la palabra que dio el rey Harald en 1991, cuando ascendió al trono tras la muerte de su padre, Olaf V, es hasta el final, parece que el apoyo de los noruegos también, porque si se deja fuera la pregunta sobre una posible abdicación, en una escala del 1 al 10, los noruegos le dan una puntuación media de 9,2. Así que parece lógico que cuando se le preguntó por última vez si iba abdicar, solo hace unos días durante un acto oficial, el rey tiró de humor y respondió: "Hoy no".