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Hacía mucho que no se veía a Sverre Magnus de Noruega, el hijo menor de los príncipes Haakon y Mette-Marit, en la escena pública. A sus 18 años, se ha convertido en todo un ‘vikingo’ y puede presumir de una gran altura y corpulencia que recuerda mucho a la de su abuelo, el rey Harald, y a la de su bisabuelo, el rey Olaf. Sverre ha causado sensación en el último acto en el que ha participado con sus padres: un partido de fútbol solidario donde se vio que es todo un apasionado de este deporte.
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Sverre Magnus y su padre han participado en un encuentro amistoso donde los dos han lucido las camisetas del Skaugum, el nombre que recibe la finca en Asker, a 19 kilómetros de Oslo, donde vive el heredero con su familia, que se enfrentó al Roa Unified. Es ya una tradición que la familia del heredero al trono participe en esta actividad desde hace nueve años y que pretende fomentar la inclusión de niños con discapacidad a través del deporte y, más concretamente, a través del balompié.
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A diferencia de otras ediciones, en esta ocasión la princesa Mette-Marit, con un total look en denim, no ha saltado al terreno de juego, sino que ha sido la entrenadora y la mejor animadora del combinado en el que jugaban su marido y su hijo. A la única que se ha echado en falta ha sido a la princesa Ingrid, quien el pasado 11 de enero se incorporó al campamento militar de Skjold donde es llamada ‘recluta Alexandra’ y donde pasará doce meses sirviendo en el Batallón de Ingenieros.
Al que hacía muchos meses que no se veía en un acto público era al príncipe Sverre Magnus, que se ha graduado en secundaria por la escuela Elvebakken donde ha cursado la rama de especialización en Tecnologías de la Información y Producción de Medios, según informó la Casa Real. Aunque aún no se sabe qué pasos dará, si sigue los pasos de su padre podría trasladarse a Reino Unido para seguir con sus estudios universitarios.