La casa real noruega ha distribuido nuevos retratos oficiales de los Príncipes Herederos con la que parecen inaugurar la nueva etapa que ha abierto el rey Harald tras anunciar que reduciría su actividad institucional. Se desconoce hasta qué punto la decisión del monarca afectará a Haakon y Mette-Marit, pero el aura regia de las fotografías firmadas por el fotógrafo Dusan Reljin transmiten una sensación de paso al frente para la pareja.
Con el uniforme del Ejército de Tierra, el Príncipe posa en una de las imágenes junto a su mujer que luce un vestido de gala rojo con su tiara nupcial. El próximo 25 de agosto se cumplirán 25 años del día en que le dió el 'sí, quiero' al hijo del Rey con esta joya bandeau regalo de sus suegros, Harald y Sonia de Noruega. Creada en 1910, está formada por 23 rosetones en platino y oro con forma de margaritas y es una de sus piezas predilectas. La última vez que la vimos con ella fue en el 18º cumpleaños de Christian de Dinamarca.
Las otras dos fotos son retratos individuales en los que posan más sonrientes e igualmente de gala. En el caso del príncipe Haakon, luce el mismo uniforme militar, mientras que la princesa Mette- Marit muestra un nuevo vestido de gala en todo su esplendor que precisamente también lució en la gran fiesta del ahora heredero danés. Si entonces lo combinó con la tiara nupcial, en esta ocasión ha escogido una de amatistas y diamantes que Harald de Noruega regaló a la reina Sonia y que su nuera también utiliza con cierta regularidad.
Estas imágenes llegan una semana después de la celebración del Día Nacional de Noruega, donde solo se notó la ausencia de Sverre Magnus que acaba de terminar el instituto, y al que no falto el Rey, quien pese a la reducción de su actividad no falta a los grandes acontecimientos siempre que su salud se lo permite. Es importante recordar que en ningún caso los cambios anunciados por Harald de Noruega al retomar su agenda comportan ningún camino hacia una posible abdicación. Si hay algo que ha dejado claro por activa y por pasiva es que ceder el trono no entra en sus planes. Sus últimas palabras al respecto son claras: "Me atengo a lo que he dicho siempre, he hecho un juramento al Parlamento y dura toda la vida".
Aún así no es descabellado pensar que la prensencia de los príncipes herederos en la vida pública sea cada vez más intensa. A fin de cuentas es el curso natural de la monarquía y la salud del monarca, requiere un ritmo más pausado. A sus 87 años acaba de ser operado del corazón en Oslo después de contraer una infección durante unas vacaciones privadas en Malasia. Después de una larga convalecencia retomó su agenda el pasado 22 de abril, al tiempo que anunciaba una reducción siginificativa de su actividad.