No es la primera vez que Durek Verrett, el chamán de las 'celebrities' con base en Los Ángeles, asiste a un acto público con la Familia Real de Noruega, ya que estuvo en la misa de Navidad del 2019, sin embargo, es la primera vez que el novio de la princesa Marta Luisa asiste a un acto oficial de la máxima relevancia histórica e institucional: el 18º cumpleaños de la princesa Ingrid Alexandra, la futura reina de Noruega y su futura sobrina política, en el Palacio Real de Oslo. Para la pareja, que acaba de anunciar su compromiso matrimonial, está cita marca un antes y un después en la oficialización de su relación, una especie de "preboda" en el que reyes, reinas, príncipes y princesas de ocho casas reales europeas han conocido al futuro marido de la princesa.
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Convertido en uno más de la realeza europea, Durek Verret, vestido con frac, ha posado en la foto familiar de la realeza, ha entrado en la cena de gala del brazo de su prometida, se han mirado con ternura y se ha sentado en la mesa presidencial. Durante la cena Marta Luisa -que ha llevado la tiara de espigas de cebada que le regaló su abuelo, el rey Olaf V- tenía a Durek a su derecha y al príncipe Federico de Dinamarca a su izquierda, feliz y con los ojos brillantes, buscaba la mirada de su novio y gurú en la espiritualidad, sobre todo cuando en los discursos se mencionaban detalles emotivos y familiares.
Al principio, cuando comenzó a trascender esta relación hace tres años, parecía que el color de piel, la profesión o la exposición mediática de Durek Verrett –un habitual de algunos medios de comunicación estadounidense y muy activo en redes sociales en su faceta de chamán- podrían ser un problema. Es más, la pareja ha contado (incluso ha llegado a los tribunales) que no ha sido fácil, que su relación ha sido cuestionada y que han recibido ataques y amenazas racistas, pero no hay nada imposible en la corte del rey Harald, un pionero en la realeza en creer de verdad en el amor. Hay que recordar que él mismo, el rey Harald, siendo príncipe, sufrió una durísima oposición para casarse con la reina Sonia, ya que ella no tenía sangre real, pero nada frenó al vikingo, dijo que si tenía que renunciar al trono lo haría pero que nunca renunciaría a Sonia. Con estos antecedentes abrió las puertas a la princesa Mette-Marit y al hijo que había tenido antes de enamorarse del príncipe Haakon, y poco a poco fue normalizando situaciones y creando en torno a él una familia sólida y unida en la que ahora está el chamán Durek Verrett.
Será difícil que en un corto espacio de tiempo se repita una cita como la de este viernes en el Palacio de Oslo, ya que no es frecuente tener bajo el mismo techo a los miembros más importantes de ocho casas reales europeas y, por tanto, la velada de hoy pasará a la historia. Se hablará de ella cuando la princesa Ingrid se case y se recordará cuando llegue al trono, volviendo estas imágenes a publicarse con cada hito que cumpla la futura soberana noruega. Así que para Marta Luisa está ha sido una oportunidad única de presentar al hombre que le ha hecho feliz y que ya formaba parte de la Familia Real al menos desde la Navidad de 2019, que fue cuando acompañó a la princesa y a sus tres hijas a un servicio religioso con toda la familia. Horas después transcendería la triste noticia de que Ari Behn, el primer marido de Marta Luisa y padre de sus tres hijas, se había quitado la vida.