Por primera vez, Marta Luisa de Noruega ha asistido a una cita institucional con su futuro marido, el chamán Durek Verrett, con quien se ha prometido recientemente. Elegantemente ataviada, la pareja ha llegado al evento, que se celebra en la principal biblioteca pública de Oslo. Tanto autoridades del país nórdico como todos los miembros de la Familia Real noruega han formado parte de este enceuentro para celebrar el 18 cumpleaños de la princesa Ingrid Alexandra, hija del príncipe heredero Haakon y Mette-Marit de Noruega. La hija mayor del rey Harald ha lucido un vaporoso vestido de inspiración romántica con escote en uve y mangas midi con vuelo. Agarrado de su mano en todo momento su futuro marido, con un discreto traje clásico al que le daba su toque personal con la pajarita.
La Casa Real de Noruega había confirmado esta misma semana la lista oficial de los invitados a la fiesta, entre los que estaban Marta Luisa y su novio, además de las tres hijas que la Princesa tuvo con el fallecido escritor Ari Behn, Maud, Leah y Emma. A pesar de que se trata de un nuevo paso para la pareja, no es extraño para Durek el codearse con rostros conocidos, puesto que ya ha trabajado en alguna ocasión con la estrella hollywoodiense Gwyneth Paltrow. Se les ha visto sonrientes y tranquilos en presencia de toda la familia (con quienes ya habían estado en actos de carácter personal como la misa de Navidad) y de las autoridades pertinentes, además de algunas celebridades nórdicas. En el interior de la cena cada una de las parejas asistentes estaba sentada en una mesa diferente, por lo que apenas les hemos visto interactuar con el Rey o el príncipe Haakon.
Marta Luisa y Durek se casarán próximamente, aunque todavía se desconoce la fecha y el lugar: "Tened paciencia con nosotros. Anunciaremos todo cuando sea el momento adecuado, pero hasta entonces seguiremos celebrando el amor. Maud, Leah y Emma están ansiosas por nosotros y en un momento emocionante para toda la familia", expresaron cuando anunciaron su compromiso el pasado 7 de junio. La relación entre la Princesa y el gurú espiritual fue muy cuestionada desde sus inicios y ha estado en ocasiones envuelta en la polémica, pero ellos han apostado por un amor que ha pasado por todo tipo de vicisitudes. Tras dar la noticia de su futuro enlace recibieron el cariño de los noruegos, y también de los Reyes, que desearon su más sincera felicitación a los novios, a los que desean "lo mejor".
Sin embargo, ni siquiera ahora que el amor ha triunfado por encima de todas las cosas, la pareja puede huir del odio y las críticas. Según compartieron en un vídeos solo días después de anunciar que se casarían han recibido amenazas de muerte. Aseguraban que su caso no es exactamente igual que el de Meghan y Harry, y que vivían una realidad que hasta el momento no había ocurrido en ninguna Casa Real. Además, Durek aseguraba que el público estaba dispuesto a ver una relación como la suya, pero solo en la televisión, poniendo de ejemplo la exitosa serie Los Bridgerton.
La pareja se comprometió en San Juan Capistrano (California) y Durek entregó a su novia un impresionante anillo con una gran esmeralda brasileña central de 3,5 quilates -todo un guiño a la reina Sonia que siente debilidad por estas gemas- y rodeado de diamantes, tres de los cuales simbolizan a las hijas de la Princesa. Su plan es vivir en continentes diferentes tras su matrimonio.