La princesa Ingrid Alexandra, nieta de los reyes Harald y Sonia, y segunda en la línea sucesoria al trono noruego, después de su padre el príncipe Haakon, se ha hecho mayor. Fue el pasado enero cuando cumplió los 18 años y vio como sus fiestas se cancelaban una a una por la situación sanitaria. Ahora, en un momento distinto, se ultiman los detalles para las celebraciones que tendrán lugar esta semana: el jueves, con el ejecutivo y jóvenes noruegos, y el viernes, por todo lo alto con reyes, reinas, príncipes y princesas, para la que será su gran puesta de largo ante las monarquías europeas. Ahora sí, la princesa Ingrid será la 'reina' de la fiesta, así es la joven llamada a ser la primera soberana del país escandinavo por derecho propio en seis siglos.
Vaqueros rotos, camiseta blanca básica, zapatillas de deporte, varios pendientes en cada oreja y con el móvil en la mano, así llega Ingrid en un día cualquiera al instituto Elvebakken, una de las más grandes de Oslo, con más de 1400 estudiantes y 150 profesores. Sabe que tiene que aprender idiomas, sabe a lo que se dedicará el día de mañana y también es consciente de que no existen las escuelas para ser reina. "Aprendo de mi abuelo y mi padre, de lo que hacen y de lo que hablan", dijo recientemente a la cadena pública NRK. En ese sentido, su maestro en el trono es su abuelo, el rey Harald, el "vikingo invencible", un príncipe que resultó ser un adelantado a su tiempo, un niño exiliado durante la Segunda Guerra Mundial, un adolescente que vio morir a su madre y un joven que dijo si no se casaba con la plebeya de la que estaba enamorado o renunciaba al trono. Esta historia de amor contó con una enorme oposición, dentro de la Casa Real y en el Parlamento, pero al final logró su propósito y se casó con la reina Sonia, abuela de la princesa Ingrid. En parte, esto fue clave para las generaciones posteriores vivieran con más libertad. 2Creo que eso es parte de mi vida privada y es importante que siga siendo así", contestó la princesa Ingrid en esa misma entrevista cuando le preguntaron si tiene novio.
En cambio, hay otros aspectos de su vida privada que comparte con normalidad como que tiene mal humor por la mañana y que es su padre, el príncipe Haakon, el que hace el café antes de llevarle al instituto. Entre sus asignaturas favoritas está Inglés, Química y Geografía y como muchos a su edad todavía no tiene claro hacía donde encaminar sus estudios. "Mamá quiere que me forme como médico, pero ya veremos", explicó la princesa en una entrevista en la que dejó ver que domina los entresijos de la Constitución de su país, al menos hasta el punto de saber qué le pueden exigir en el futuro y que no. "Tengo acceso al servicio militar en igualdad de condiciones que todos los demás, pero la Constitución no dice nada de que necesite una educación militar. Al menos, no para el papel que voy a desempeñar", aclaró la joven, que cuando ascienda al trono se convertirá en jefa de las Fuerzas Armadas noruegas.
Sus aficiones son quizá el episodio más conocido, ya que los príncipes Haakon y Mette Marit no tienen problema en compartir sus días de esquí y de surf, en esta disciplina la princesa Ingrid sobre sale hasta el punto de proclamarse el año pasado campeona nacional de surf en la categoría junior. Ingrid también ha revelado que tienen una relación muy cercana con sus primas, Maud, Leah y Emma, las hijas de la princesa Marta Luisa, y que las admira por la fortaleza que demostraron tras la muerte de su padre, el escritor Ari Behn. Este es un sentimiento general en la familia, incluso el rey Harald (que ha mostrado su preocupación por ser un buen padre y un abuelo, además de un buen rey) contó en su última biografía (El Rey cuenta) el trabajo que le costó encontrar las palabras adecuadas para consolar a sus nietas y la valentía que demostraron tras una muerte que conmocionó al país; hay que recordar que el escritor se quitó la vida el día de Navidad en 2019.
De resto se puede decir que la vida de la Princesa es parecida a la de cualquier noruego de su generación, aunque a ella no le dejan tener redes sociales y se limita a la hora de hacerse fotos. Ingrid Alexandra de Noruega dice sentirse afortunada por el papel que le ha tocado desempeñar y la oportunidad que se la ha presentado por nacimiento, así que de momento no se cuestiona qué otros caminos podría haber tomado de no ser la hija mayor del príncipe heredero. "Se me hace difícil imaginarme no estar en el papel en el que estoy. Todavía soy joven y queda mucho para que me convierta en reina, pero está en las cartas y tengo la intención de hacerlo", dijo en la entrevista con la cadena pública de su país.
Celebrará sus 18 años con princesas (y ciudadanos) de su generación
Entonces, durante esa charla que mantuvo con la NRK, también habló de la suerte de contar con otros príncipes y princesas de su generación en Europa y de las oportunidades de colaboración que esto podría tener en el futuro. De momento, cuando todo eso solo son planes, la gran cita en torno a ella es la que tendrá lugar este viernes 17 de junio en palacio. La lista de invitados ya se ha publicado y hay dos grandes ausencias de esa generación: Christian de Dinamarca y la princesa Leonor. En cambio, sí estarán presentes el rey Felipe VI (padrino de la princesa Ingrid): Federico y Mary de Dinamarca; Victoria y Daniel de Suecia, que acudirán con sus hijos Estelle y Oscar; Guillermo y Máxima de Países Bajos, con su hija, la princesa Amalia; Matilde de Bélgica con su hija la princesa Elisabeth, Guillermo y Stéphanie de Luxemburgo, con su hijo Charles, Pablo y Marie-Chantall de Grecia con tres de sus hijos; Kyrill de Bulgaria, con sus hijas Mafalda y Olimpia, acompañadas por su madre, Rosario Nadal. Ese es el plan del viernes, una cena de gala en la que las más jóvenes de la realeza podrían tener acceso por primera vez a joyas y tiaras con siglos de antigüedad, sin embargo, para la princesa Ingrid la fiesta comienza 24 horas antes cuando se celebre en su honor una cena de gobierno en la nueva biblioteca Deichman Bjørvika de Oslo, con la participación de todo el país especialmente de jóvenes noruegos con biografías y trayectorias excepcionales.
Haz click para ver el especial “El club de las futuras reinas de Europa”, donde se esboza un perfil de Leonor, Elisabeth, Amalia, Ingrid y Estelle, las próximas reinas de Europa, las mujeres que estarán en el trono en la segunda mitad del Siglo XXI. Aunque en España, Bélgica, Holanda, Noruega y Suecia los actuales monarcas son hombres, serán sus hijas o sus nietas, sus herederas, las que ostenten la corona. El futuro de la monarquía europea tiene nombre de mujer.