Marta Luisa de Noruega y su novio el chamán estadounidense Durek Verrett tienen planes de boda. Están exultantes desde que el pasado 7 de junio anunciaran su compromiso y de que la Familia Real nórdica les mandara sus más sinceras felicitaciones. Sin embargo no todo es un camino de rosas para esta pareja que sabe lo que es enfrentarse a las dificultades desde el inicio de su relación. Tras anunciar su futuro enlace que será ‘moderno y atrevido’, tal y como ha explicado la estilista de la Princesa a Hola.com y para la que aún no hay fecha, los dos juntos han explicado que han recibido amenazas de muerte y muchos comentarios racistas.
En un vídeo que compartieron tan solo unos días después de anunciar al mundo que se casaban, Durek, ejerciendo de portavoz de los dos aseguró que: “Creo que gran parte de nuestra relación y por qué la gente tiene tanto problema con ella y tienen ese odio que nos envían hasta amenazas de muertes es porque no quieren ver a un hombre negro en la Familia Real porque nuna ha habido uno en la historia de las Casas Reales europeas y eso es algo enorme”, dijo mientras su futura esposa asentía y le escuchaba con atención.
“En segundo lugar, Marta es una mujer. Es diferente cuando un hombre elige a una mujer de color porque es un hombre.., pero que una Princesa elija a un hombre de color, nunca se ha hecho en la historia, por lo que es muy difícil para las personas gestionar eso. No quieren a los Bridgerton, quieren verlo en la televisión, pero no quieren a los verdaderos Bridgerton, que somos nosotros, por lo que se enfadan mucho y dicen cosas realmente malas”, finalizó.
No es la primera vez que el futuro matrimonio denuncia racismo. Con anterioridad, la princesa noruega ha hablado del racismo que ha experimentado su novio. “No he tomado medidas como debería. Sé que el chamán Durek y yo actuaremos por el cambio en nosotros mismos e inspiraremos el cambio en los demás”, manifestó.
La pareja, que tras su matrimonio vivirá en continentes diferentes, se comprometió en San Juan Capistrano (California) y Durek entregó a su novia un impresionante anillo con una gran esmeralda brasileña central de 3,5 quilates -todo un guiño a la reina Sonia que siente debilidad por estas gemas- y rodeado de diamantes, tres de los cuales simbolizan a las hijas de la Princesa.