Un matrimonio atípico para una princesa atípica. Marta Luisa de Noruega, la única hija de los reyes Harald y Sonia, siempre fue una rara avis dentro de realeza. Nacida en 1971, su juventud se desarrolló en esa época en la que las casas reales todavía organizaban grandes fiestas en la que se juntaban príncipes y princesas europeas que ya no tendrían que casarse entre sí, es decir, la suya es la generación libre que se casó por amor, como hizo su propio hermano y futuro rey de Noruega, el príncipe Haakon con Mette-Marit. La vida de Marta Luisa, que estudió Fisioterapia, pero nunca la ejerció, giró en torno al mundo del caballo y a las competiciones ecuestres hasta que empezó a girar en torno a los ángeles, la espiritualidad y la autoayuda. Protagonista de su propio "docureality", madre de tres hijas con Ari Behn, un escritor torturado que se quitó la vida el día de Navidad de 2019, momento en el que ya estaba divorciado de la princesa, Marta Luisa rehízo su vida con el chamán Durek Verrett y ahora está lista para dar un paso más y casarse con él. Su historia de amor es como ella, atípico y polémico, y el matrimonio parece que irá en esa línea.
Este miércoles, la Casa Real ha anunciado, más de un año después de hacerse público el compromiso, cuándo será la esperada ceremonia y las felicitaciones que los reyes Harald y Sonia así como los príncipes Haakon y Mette-Marit han enviado a la pareja. Casi a la vez, eran los protagonistas de esta historia de amor llena de controversias los que especificaban el dia y el lugar: el 31 de agosto de 2024 en el histórico Hotel Union de Geiranger, un espectacular fiordo al oeste de Noruega declarado patrimonio de la Humanidad. "Significa mucho para nosotros reunir a nuestros seres queridos en un lugar tan rico en historia y experiencias intensas de naturaleza. Geiranger es el lugar perfecto para abrazar nuestro amor", han dicho en un publicación conjunta.
Llegar hasta aquí no ha sido fácil. Se conocieron en la primavera de 2019 cuando una amiga en común se empeñó en que estaban hechos el uno para el otro y ellos han descrito lo suyo como una carrera de obstáculos. Su amor trascendió en mayo de ese mismo año y revolucionó a la opinión pública noruega. No a todo el mundo le convenció la relación de la hija del soberano y, según ellos, comenzaron a surgir voces detractoras e incluso recibieron amenazas racistas, pero la princesa no estaba dispuesta ni a renunciar ni a guardar silencio y denunció públicamente lo sucedido. "Ser la novia de Durek me ha dado un curso intensivo de cómo actúa la supremacía blanca y la forma en la que he pensado y actuado consciente e inconscientemente hacia las personas negras. Cómo siempre he dado por sentados mis derechos: nunca analicé correctamente que es en realidad el racismo, porque me ha resultado muy cómodo estar dentro del sistema. No estoy orgullosa de ello, pero me doy cuenta de que necesito comprender este sistema profundamente arraigado para poder desmantelarlo. Yo, como persona blanca, necesito crecer, educarme y mejorar, y pasar de esta en contra del racismo a ser directamente antirracista", escribió entonces Marta Luisa. Otro frente con el que se encontró la pareja fue el exnovio del chamán, que empezó a contar los entresijos de la relación, fue entonces cuando la princesa y el gurú de la espiritualidad contrataron a un potente equipo legal que frenara la difamación y los rumores.
Y así su amor continúo, mientras él (que asegura que es un chamán de sexta generación con raíces haitianas e hindúes pero nacido en Sacramento, California) seguía en Los Ángeles desarrollando su carrera, cosechando un círculo de celebrities que buscaban su consejo espiritual, abriendo su propia escuela de chamanismo, escribiendo libros y dando charlas de diversas temáticas, desde cómo superar relaciones disfuncionales hasta cómo construir una relación sana con el dinero o aprender a dispersar las energías negativas. En este caso está claro cuál fue el nexo que le unió a la princesa Marta Luisa, que décadas antes de que él apareciera en su vida ya se había convertido en una empresaria de las terapias alternativas. Actividad que compaginó durante un tiempo con una mínima presencia institucional que provocó un sinfín de críticas. Además de las opiniones del gurú espiritual sobre la ciencia o la medicina, la opinión pública noruega no toleraba que la princesa usara su título de alteza real para promocionar sus negocios o los libros de su novio, un problema que el rey Harald atajó anunciando en noviembre de 2022 que su hija dejaba de trabajar para la Familia Real.
La pareja siempre ha vivido a distancia. Él, en Los Ángeles (Estados Unidos) y ella, en Noruega, para estar muy pendiente de sus tres hijas, con las que al parecer Durek tiene una relación excepcional y divertida, al menos eso muestran todos en redes sociales, donde tanto él como las nietas de los Reyes de Noruega son muy activas. No hay que olvidar que las niñas sufrieron un durísimo golpe con el fallecimiento de su padre y las circunstancias en las que se produjo. A pesar de tener un océano por delante, sus viajes han sido constantes y en abril de este año él explicó en la televisión nórdica TV2 sus deseos de mudarse al país que vio nacer a su futura mujer.