La variante ómicron ha hecho estragos en Europa con un aumento desmesurado de los contagios. Parece que poco a poco se va volviendo a la normalidad y las infecciones se están controlando. Las Casas Reales se han tenido que adaptar a las restricciones sanitarias y además de optar por el teletrabajo ha habido muchos actos que se han tenido que cancelar por ser multitudinarios. Una de estas citas fue el18º cumpleaños de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega, hija mayor de los príncipes Haakon y Mette- Marit, que llegó a la mayoría de edad el pasado 21 de enero. La nieta de los reyes Harald y Sonia tuvo un sinfín de actividades públicas como su visita a los tres poderes del Estado, una entrevista por televisión, la publicación de nuevas fotografías oficiales y hasta condecoraciones por parte de su abuelo. Sin embargo, dos de los grandes actos que estaban programados tuvieron que cancelarse por el aumento de contagios. Se trataba de dos cenas de gala en su honor: una, en la que el anfitrión iba a ser el monarca y la segunda, con la que el Gobierno quería rendir tributo a la que está llamada algún día a ser Reina de los noruegos. Finalmente, la Casa Real ha confirmado que las dos veladas tendrán lugar el 16 y 17 de junio.
Los orgullosos abuelos de la Princesa ofrecerán una cena de gala el 17 de junio para enmarcar la llegada a la vida adulta de su nieta. Un día antes, será el Gobierno el que agasaje a la Princesa. Aunque no se ha informado sobre los escenarios en los que se desarrollarán estas grandes fiestas, todo indica que el Palacio Real será el lugar donde los Reyes homenajeen a su nieta y la nueva biblioteca Deichman Bjorvika de Oslo sea el lugar elegido por el Ejecutivo. En Enero estaba previsto que además de estas galas hubiera actividades con música y actos culturales por todo el país en los que los jóvenes iban a tener una gran participación, pero de momento no se han especificado qué eventos habrá.
- Las imágenes nunca vistas de Ingrid Alexandra de Noruega
Ingrid Alexandra de Noruega cumplió 18 años el 21 de enero y fue el momento perfecto para que se descubriera a esta Princesa que empieza a despuntar después de haber tenido una infancia y una adolescencia bastante protegida y alejada del foco público. En los últimos años alcanzó gran protagonismo con el día de su Confirmación, a la que acudió don Felipe, uno de sus padrinos de bautismo, y en todas las celebraciones que han enmarcado esta fecha tan significativa como su visita al Storting ( el Parlamento noruego), al Tribunal Supremo, a la oficina del Primer Ministro y su asistencia en calidad de invitada a la reunión del gabinete en el Palacio Real que presidió el Rey. Esta Princesa creativa, surfera y con carácter recibió por parte de organismos y asociaciones de distintos sectores de la sociedad noruega regalos tan variopintos como cuadros, esculturas, una edición de la Constitución, un ramo de flores, una visita a las Fuerzas Armadas, una mochila, una tabla de surf o un bolso cosido en piel de reno bordado con hilo y un conjunto de joyería sami hecho a mano.
Después de su inolvidable cumpleaños y como muchos chicos que llegan a los 18 años, la Princesa ha aprovechado para sacarse el carné de conducir. Era tradición que desde 1924, el Real Club Automovilístico de Noruega regalara a los miembros de la Familia Real noruega un automóvil al llegar a la edad adulta. El primero que lo recibió fue el entonces príncipe Olav. El rey Harald tuvo un Peugeot 203 en 1955. Su tía, la princesa Marta Luisa, obtuvo un Peugeot 205 XS en 1989 y su padre, el príncipe Haakon fue obsequiado con el mismo modelo que su hermana en 1991. En el caso de Ingrid Alexandra, la Casa Real ha tenido que declinar tan generoso presente debido a las normas sobre la aceptación de regalos que rigen desde 2015 en la institución y que consideran poco apropiado que uno de sus miembros acepte un coche.