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Ingrid de Noruega, la hija mayor de los príncipes Haakon y Mette-Marit, llamada a convertirse un día en Reina, ha recibido varios regalos institucionales de toda índole y de los más variopintos con motivo de su 18º cumpleaños que tuvo lugar el pasado viernes.Además de espectaculares retratos oficiales, en los que aparece ella sola, con su abuelo el rey Harald, y con su padre, en una alusión a que la sucesión en la Corona está más que asegurada, y con su familia más cercana, en la que solo falta su tía, la princesa Marta Luisa, la Princesa ya ha estrenado su propia oficina en Palacio, aunque, de momento, seguirá con sus estudios. También el Gobierno y otras entidades públicas la han obsequiado con cuadros, esculturas, un bolso con piel de reno, viajes y hasta una tabla de surf, una de sus grandes pasiones y de la que es toda una experta.
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Estos días tan inolvidables, y ajetreados, para la segunda en la línea de sucesión al trono han estado marcados por su visita a los tres poderes del Estado y por las felicitaciones públicas de un grupo de representantes de diferentes organismos de la sociedad noruega. Todos quisieron hacerle un regalo. Así, el Storting, el parlamento noruego, la agasajó con el cuadro Missing Color, de Astrid Nondal; el Gobierno, con una edición de la enmienda de la Constitución del 29 de mayo de 1990 y los libros: Eufemia, Landet mot nord e Historia de las mujeres noruegas en 200 páginas. El Tribunal Supremo, con la escultura Abrázate a ti mismo, de Kari Lena Flaten-Lindbaek; el parlamento Sami, con un bolso cosido en piel de reno bordado con hilo y un conjunto de joyería sami hecha a mano. El comité de trabajo de los administradores del Estado, un tabla de Surf Ocean and Earth con accesorios; el Cuerpo Diplomático, un ramo de flores; las Fuerzas Armadas, con tres días de ensueño en el Ejército de Tierra, en la Armada y en la Fuerza Aérea; la Iglesia noruega, la imagen Seagull escape, del fotógrafo artístico Morten Golimo; el Consejo de Cooperación para las Sociedades Religiosas y Filosóficas, la imagen Unidad en la diversidad; la Asociación Central de Autoridades Locales, el evento Participación joven, compromiso y democracia local, que tendrá lugar en la primavera de 2022 y una mochila llena de productos de la ciudad de Bergen, y por último, la ciudad de Oslo, el traje del municipio y la enciclopedia de la capital.
- Las imágenes nunca vistas de Ingrid Alexandra de Noruega
El soberano quiso tener también un significativo detalle por la mayoría de edad de su nieta y en una ceremonia privada que se celebró en el Palacio Real y de la que no hay documento gráfico, la condecoró con la Gran Cruz de la Real Orden de San Olav, que fue fundada por Oscar I en 1847. El rey Harald es su gran maestre y con excepción de miembros de la realeza y jefes de Estado de otras naciones, está reservada solo a los noruegos. Se trata de una cruz de Malta en oro blanco esmaltado. En el medio hay un círculo rojo brillante rodeado por un anillo azul y blanco. En el frente está el león del escudo de armas nacional en oro y en el reverso el lema del rey Oscar I: Derecho y Verdad. Entre los cuatro brazos de la cruz hay una letra "O" gótica en oro con una corona en la parte superior. Cuando Ingrid la luzca la deberá llevar en su banda en el lado izquierdo del pecho. Esta orden vuelve a la Casa Real cuando la persona distinguida fallece. Además, dentro de la misma ceremonia, el Rey la otorgó la insignia de la Orden de la Casa de Su Majestad, el Rey Harald V. Esta condecoración es mucho más personal y se concede a las mujeres de la Familia Real. Fue establecida en 1991, año en el que el Harald accedió al trono. Está compuesta por un retrato del monarca en marfil rodeado de un marco en plata, diamantes y rubíes.
La Princesa Ingrid Alexandra acaba de cerrar unos días inolvidables. La hasta ahora desconocida royal empieza a despuntar y el mundo ha podido ver que es una joven segura de sí misma, que aún no tiene muy claro que va a querer estudiar, que es ecologista, muy deportista y que tiene temperamento. Su familia, tanto la oficial como la real han estado arropándola como demuestra el último retrato distribuido por la Casa Real. Se la ve en el centro, flanqueada por sus abuelos, los Reyes, por su abuela materna, Marit Tjessem, por su hermano, Sverre Magnus, sus padres, y su otro hermano, Marius Borg, el hijo que la princesa Mette-Marit tuvo de soltera y que aparece vestido de manera muy elegante con traje de chaqueta cruzado, corbata oscura y gafas de pasta.