Las imágenes nunca vistas de Ingrid Alexandra de Noruega

Ingrid Alexandra de Noruega cumple 18 años este viernes. El país se ha volcado con su Princesa, que ya se muestra en público muy segura y con gran aplomo. Ha visitado los tres poderes del Estado, ha concedido una entrevista y ha recibido la felicitación pública del Gobierno y de representantes de la vida noruega. Eso sí, se ha quedado sin la gran cena de gala en el Palacio Real que su abuelo, el monarca, iba a dar en su honor por culpa del coronavirus. Sus padres, los príncipes Haakon y Mette-Marit, con los que tiene una relación excelente, han desempolvado el álbum familiar para mostrar imágenes nunca vistas de su hija mayor y que ahora ven la luz por primera vez. Un recorrido único por los 18 años de la que está llamada en un futuro a ser la Reina de los noruegos. 

En las fotografías que se han desvelado se muestra a la Princesa de niña. Desde bien pequeña sus padres la han inculcado su pasión por los deportes acuáticos. En esta instantánea se la ve con un chaleco salvavidas y con la mejor de sus sonrisas, que se ha convertido en su mejor seña de identidad

Una simpática estampa de la Princesa cuando era una niña pequeñ con chupete, abrigo y sombrero. Se la ve jugando mientras su hermano pequeño, Sverre Magnus, con el que se lleva a las mil maravillas, está tumbado en el suelo sobre una manta infantil. La Familia Real noruega, especialmente Haakon y Mette- Marit se muestran al mundo muy cercanos y naturales. Son frecuentes sus muestras de cariño en público y como en esta ocasión les gusta compartir sus momentos más privados con los demás

Un poquito más mayor se presenta Ingrid en esta otra imagen, con vestido blanco y en un columpio colocado en un árbol, quizá en los jardines de Palacio. En esa época lucía un cabello rubio claro, que con el paso del tiempo se ha ido oscureciendo y unos penetrantes ojos miel, herencia de su padre. La Princesa fue bautizada el 17 de abril de 2004 y cuenta entre sus seis padrinos a su abuelo, el rey Harald; a don Felipe, a la princesa Victoria, al príncipe Federico y a su abuela materna, Marit Tjessem 

Risueña y pícara fue durante su infancia la futura heredera al trono. Durante su niñez y su adolescencia siempre estuvo muy protegida por sus padres y sus apariciones en actos públicos fueron contadísimas. Con su mayoría de edad se espera que sus actividades institucionales despeguen, aunque ella sigue centrada en sus estudios. De momento, ya tiene su propia oficina en Palacio

En una entrevista que concedió a la televisión local, reconoció que: 'Me siento muy afortunada de poder compartir mis pensamientos. Estoy muy agradecida por la oportunidad que tengo, y creo que puedo hacer mucho. Por supuesto, uno puede soñar y preguntarse cómo habría sido una vida completamente diferente. Yo también. Pero esa no es la vida que vivo, por lo que es difícil imaginar no estar en el papel que tengo'

En esta bonita fotografía aparece con Marius Borg, el hijo que la princesa Mette-Marit tuvo de soltera, que aunque no pertenece a la Familia Real, es en el ámbito privado uno más para los Reyes. De sus hermanos ha dicho: Magnus, mi hermano pequeño, a quien he visto pasar de alguien tímido, a adulto (…) Y luego está Marius, a quien puede que siempre haya admirado. No necesariamente porque sea genial, sino quizás más por la lealtad que muestra a otras personas'

La complicidad con su padre es palpable en las fotos institucionales y en las familiares. Ya en alguna ocasión la princesa Mette- Marit la ha destacado la conexión que existe entre ellos. En el día a día familiar Ingrid cuenta que: 'Estoy bastante enfadada por la mañana y papá me hace café dos veces. Eso me pone de mejor humor', ha dicho en una charla sincera que ha concedido en la víspera de cumplir la mayoría de edad con la cadena pública NRK1 y que se grabó en los salones del palacio de Skaugum, la residencia oficial del príncipe heredero, ubicada en la localidad de Asker, al suroeste de Oslo y junto a la montaña Skaugumsåsen

Su mirada y sus graciosas pecas son su seña de identidad. Ingrid es ya una de las Princesas más bellas de Europa y la hemos visto posar como si de una modelo se tratara con motivo de las últimas fotos oficiales que Palacio ha difundido. Su belleza no atienda a los estrictos cánones noruegos y aunque tiene rasgos de su padre, no hay duda de que se parece mucho a su madre

El mar atrae mucho a la Princesa. A pesar del frío de Noruega le gusta practicar surf, como a sus padres. Es toda una experta y en octubre de 2020 ganó un campeonato, la final de Carolina del Norte para mujeres junior. En la orilla, su familia, su bastión, animándola y muy orgullosa. A los cuatro se les ha visto practicar esta disciplina en las islas Lofoten, un archipiélago que está por encima del círculo polar ártico y que se ha convertido en el destino predilecto de los surfistas noruegos

Otra simpática escena que demuestra la complicidad que hay en la Familia Real Noruega. Hace unos años, Ingrid Alexandra llevó aparato dental y ahora luce una sonrisa de anuncio. Cuando sea Reina, ahora mismo es la segunda en la línea de sucesión dinástica, será la primera soberana por derecho propio noruega en 600 años. De pequeña no sabía lo que era ser una royal a pesar de vivir en un palacio con 140 habitaciones. Es muy buena estudiante, gran amante del deporte, sabe tocar el piano y se dice de ella que tiene gran sentido del humor y un fuerte temperamento

Es muy ecologista y está muy preocupada por el medio ambiente, como también lo están otros miembros de la realeza de las nuevas generaciones, como la princesa Leonor y la infanta Sofía. Su primera aparición oficial tuvo lugar en 2009 con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente

El contacto con la naturaleza le encanta, así que el senderismo es otra de sus aficiones, a pesar del clima extremo del invierno noruego. Bajo la lluvia y con mochila a la espalda, la futura heredera nunca pierde su sonrisa

En Noruega el esquí es el deporte nacional y la primera familia del país lo practica de manera muy activa. Todos son unos avezados esquiadores en varias modalidades: esquí de fondo, esquí alpino ¡Nada se le resiste a Ingrid Alexandra!

Un divertido selfie en la cumbre de la montaña con su padre. Entre sus asignaturas favortias están la geografía, la química y el inglés. De momento no quiere desvelar sus planes futuros respecto a su futuro académica. 'Por supuesto que tengo un plan en mente, pero cambia bastante a menudo, así que todavía no quiero compartirlo, porque puede cambiar. Creo que establecería expectativas para mí que sería prudente evitar'. 'Mamá quiere que me forme como médico, pero ya veremos' ha dicho sincera

Con dos trenzas con gomas de colores y, una vez más, sonriendo al objetivo. De momento nada se sabe sobre si realizará carrera militar cuando finalice sus estudios. Cuando acceda al trono se convertirá en comandante suprema de las Fuerzas Armadas de su país y ya ha tenido contacto con el Ejército cuando, por ejemplo, el pasado noviembre se desplazó hasta la localidad de Rena, una pequeña ciudad al este de Noruega, para tener un encuentro con la Tropa de cazadores, comprobando in situ cómo trabaja este cuerpo militar

La Princesa disfrutando de su gran pasión, el surf. Fuera del agua y sin ropa de deporte ha demostrado tener un estilo propio. Luce ya sus primeros tacones y vestidos y prendas 'robadas' en ocasiones del armario de su madre. En su último compromiso público ha aparecido con un vestido fabricado en Italia en punto jacquard de color blanco que presenta un estilo victoriano con cuello elevado con ligero volante compuesto con manga francesa, cuerpo entallado y falda evasé firmada por Alexander McQueen

A partir de esta semana, Ingrid de Noruega ha mostrado su imagen más madura, no renuncia a las tradiciones noruegas y por eso el día de su Confirmación y en otras grandes citas ha llevado el bunad, el traje tradicional del país, que fue un regalo de su abuela, la reina Sonia. Estos atuendos se remontan al siglo XVIII, pero tuvieron su apogeo en el siglo XX gracias a la popularización de la música folk. Generalmente, constan de una blusa blanca como base, a la que se suma una falda larga con vuelo y chaleco a juego que puede formar parte de la misma pieza o ir por separado. Se suele rematar con un mandil blanco y se adornan con bordados étnicos y cenefas multicolores. Para las ocasiones más especiales, en las que se quiere conseguir una imagen más sofisticada y lujosa, se pueden añadir pedrerías y un tipo de joyería de la zona llamada sølje

Está claro que el agua es el medio en el que más disfruta. El submarinismo tampoco se le resiste a esta princesa aventurera e intrépdia.¿Qué será lo siguiente con lo que nos sorprenderá?