Ingrid de Noruega es otra Princesa, llamada a ser Reina en un futuro, que entra en la vida adulta. Después de Elisabeth de Bélgica y de Amalia de Holanda, la primogénita de los príncipes Haakon y Mette- Marit se ha hecho mayor y celebra este viernes sus 18 años. Una edad que marca el pistoletazo de salida a sus funciones institucionales, que en los últimos meses se han incrementado de manera significativa y que ya ha festejado por adelantado con una visita a las sedes de los tres poderes del Estado. La princesa, a la que los noruegos han podido conocer un poquito más gracias a una entrevista por televisión que ha concedido a la televisión del país, era hasta ahora la más desconocida del club de las futuras soberanas europeas, pero a raíz de recibir la Confirmación, de su pasión por el surf, de sus visitas a las Fuerzas Armadas, y sobre todo, gracias a este nuevo cumpleaños empieza a despuntar con fuerza como segunda en la línea de sucesión al trono escandinavo. Para conocerla un poco más, la Casa Real ha difundido una serie de nuevos retratos oficiales.
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Las nuevas fotografías oficiales que sirven para enmarcar los 18 años de Ingrid Alexandra se han realizado en uno de los salones de Palacio. En ellas aparece con un vestido negro de manga corta y de tela satinada con volantes en el bajo , que le queda como un guante y resalta su esbelta figura. Este color se está convirtiendo en uno de sus favoritos para las citas oficiales pues siempre suele usarlo en sus últimas apariciones públicas. Además, luce un llamativo anillo en su mano derecha, pendientes largos y el pelo ligeramente más oscuro a como solía llevarlo en reportaje excepcional en el que la nieta del monarca posa como si de una modelo se tratara.
Horas más tarde, la Princesa ha acudido como invitada a la reunión del gabinete en el Palacio Real en el que además de miembros del Gobierno han estado presentes el Rey y el príncipe heredero. Según el artículo 37 de la Constitución, solo el primero en la línea de sucesión -el príncipe Haakon- puede tener asiento junto al soberano. Por lo tanto, la Princesa solo tenía un papel como mera observadora. Ha sido en ese momento cuando Ingrid Alexandra de Noruega ha recibido en persona las primeras felicitaciones. La gran protagonista de la reunión ha lucido un vestido blanco de manga francesa, medias negras tupidas, zapatos de tacón al tono y el colgante en forma de corazón de diamantes con rubí central que le regalaron sus abuelos, los Reyes, por su bautizo y que ha lucido en varias ocasiones y en algunos retratos oficiales.
- Ingrid Alexandra de Noruega concede su primera entrevista con motivo de su mayoría de edad
A sus recién estrenados 18 años, la nieta de los reyes Harald y Sonia se ha convertido en una belleza nórdica de pelo castaño claro, graciosas pecas, ojos oscuros como su padre, aunque sus rasgos recuerdan mucho a los de su madre, con la que tiene una relación muy cercana que demuestran siempre que pueden. Ingrid ha sido una pieza clave después de que en octubre de 2018 se diagnosticara fibrosis pulmonar a la princesa Mette-Marit. A raíz de entonces comenzó a sustituirla en algunos actos de manera puntual, pero no fue hasta agosto de 2019, con 16 años, cuando los noruegos y el mundo redescubrieron a su Princesa con motivo de su Confirmación, un sacramento muy importante y con gran trascendencia en los países del norte de Europa. Vestida con el traje regional y acompañada de todos sus padrinos, entre los que se encuentra el rey Felipe y dos príncipes herederos, la Princesa se mostró cercana, ilusionada y muy familiar en su gran día.
Desde entonces se la ha visto en los actos con motivo del Día Nacional de su país o cuando se proclamó campeona de surf en su categoría. Los príncipes Haakon y Mette-Marit han inculcado a sus hijos su pasión por los deportes acuáticos. Es una gran deportista y le gusta, como buena noruega, esquiar y practicar kickboxing. Está muy concienciada, al igual que la princesa Leonor, con la ecología y por eso su primer acto público se produjo en el Día Mundial del Medio Ambiente de 2009, cuando tenía tan solo cinco años. La Casa Real ya confirmó que según fuera creciendo aumentaría su agenda oficial, como así está sucediendo.
Desde el otoño de 2021, y tras pasar la Covid con síntomas leves, la princesa Ingrid Alexandra ha visitado varias bases militares. En noviembre sorprendió al tirarse al vacío con el uniforme del Ejército en la base de Rena de la conocida como tropa de cazadores. Un mes más tarde, y también en solitario, se subía a bordo de un avión F-16 en la basea aérea de Bodo, al norte del país, al más puro estilo Top Gun. Entonces, la Casa Real ya se apresuró a adelantar que a lo largo de 2022 y coincidiendo con su mayoría de edad visitaría de nuevo otras bases de las Fuerzas Armadas.
De momento, y a modo de estreno, Ingrid hizo en la víspera de su cumpleaños tres importantes visitas institucionales a las sedes de los tres poderes del Estado. Acudió al Storting (el Parlamento), al Tribunal Supremo y a la oficina del primer ministro, tres actos en un solo día para dar comienzo a su vida adulta y también a la oficial. Está previsto que este viernes reciba las felicitaciones públicas del Gobierno y de otras entidades de la vida pública del país. Todo un maratón de compromisos oficiales, que merece la ocasión. A lo que tendremos que esperar, de momento, es a verla con tiara, ya que la cena de gala en el Palacio Real que se iba a dar en su honor, así como la velada que le había preparado el Gobierno en la nueva biblioteca Deichman Bjorvika de Oslo se han pospuesto por el aumento de contagios y la nueva oleada del coronavirus.