Otra Princesa europea se hace mayor. Ingrid Alexandra de Noruega cumplirá los 18 años este viernes. Un cumpleaños muy especial para cualquiera, pero que en su caso supone algo más. La hija mayor de los príncipes Haakon y Mette- Marit ocupa el segundo puesto en la línea de sucesión al trono y está llamada en un futuro a ser la Reina de su país. La hasta ahora desconocida royal nórdica empieza una nueva etapa al llegar a la mayoría de edad que también supone el arranque de su vida institucional, aunque poco a poco porque seguirá muy centrada en sus estudios. La Princesa ha participado en un acto trascendental: visitar los tres poderes del Estado en solitario, acaparando toda la atención a su paso por el Storting (Parlamento), el Tribunal Supremo y la oficina del primer ministro.
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Vestida con pantalones negros y blazer en tono claro, la Princesa ha ofrecido su imagen más madura y profesional con pendientes de diamantes y bolso de cocodrilo de mano de la firma Aspinal of London y que ha cogido del vestidor de su madre, que lo ha llevado en multitud de ocasiones desde que lo estrenó en abril de 2018. Su felicidad podía apreciarse en el rostro y se ha mostrado muy sonriente y con gran seguridad en su encuentro con Masud Gharahkhani, el presidente parlamentario, que la ha informado del trabajo que realiza la Asamblea Nacional.
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Una vez en sede parlamentaria, la Princesa ha hecho varias preguntas, antes de ir hasta el despacho del presidente, donde la esperaban el vicepresidente primero, Svein Harberg, de 63 años, y la representante más joven, Maren Grothe, de 20. La última vez que la nieta de los Reyes visitó el Storting fue en el año 2014. Cuando se convierta en jefa de Estado será la responsable de la apertura del Parlamento, como hace su abuelo, el rey Harald. La visita ha acabado con la firma en el libro de honor en Eidsvollsgalleriet, que antes era conocido como el salón de actos del Storting. La Princesa firmó solo con su nombre, sin añadir su título y añadió un corazón. Minutos más tarde abandonó el lugar no sin antes decir que "fue muy instructivo estar aquí".
La siguiente parada de este agitado día ha sido el Tribunal Supremo, donde ha conocido las actividades de este organismo. La jueza Toril Marie Oie la recibió y la enseñó el recinto. La Princesa pudo sentarse en la silla de terciopelo, que está destinada a la realeza, y que se remonta al siglo XVIII, según publica VG. Se intereseó por el martillo que la magistrada tenía en la mesa y pasó a la sala donde se guardan todas las togas. "¡Esta habitación es muy chula!", dijo en declaraciones recogidas por el periódico noruego.
Por último, Ingrid ha finalizado esta ajetreada mañana en la oficina del primer ministro, Jonas Gahr Store y con varios representantes de la política, incluida la ministra de Justicia y Emergencias, Emilie Enger Mehl. La Princesa se sentó en la mesa en la que el jefe del Ejecutivo celebra sus reuniones estatales diarias. El primer ministro dijo, según recoge la prensa noruega que "ha sido un placer recibir la visita de la princesa Ingrid Alexandra" y añadió que tuvo una conversación a solas con ella que precedió un almuerzo. "Tenemos una hermosa Princesa que cumplirá 18 años mañana, a quien ha sido agardable conocer y escuchar (...) Es como el resto de la Familia Real, fácil de hablar, y con gran sentido del humor", añadió.
Además de estos recorridos, conociendo las instituciones más importantes del Estado, la Casa Real anunció esta misma semana, a la vez que difundió nuevos retratos oficiales de la Princesa, que Ingrid Alexandra ha estrenado su propia oficina en Palacio. Más tarde, se vio un vídeo de ella con sus padres y su hermano, disfrutando, como una familia más noruega, de una jornada de esquí. Lo que sí que se ha pospuesto por el avance de la variante ómicron y el aumento de contagios son las cenas de gala que se iban a celebrar en su honor. De momento se mantienen las felicitaciones personales que recibirá en el día que sople las 18 velas por parte de los miembros del Gobierno, del Cuerpo Diplomático, de las Fuerzas Armadas, de la Iglesia noruega, de la Asociación Central de Autoridades Locales y de la alcaldesa de Oslo, Marianne Borgen. Sus padres estarán presentes en estas felicitaciones públicas.