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Noruega está de luto al recordar la masacre que tuvo lugar en la capital y en la isla de Utoya el 22 de julio de 2011 cuando un extremista mató a 77 personas. Un ataque terrorista que este jueves reúne a autoridades y también a la Familia Real para homenajear a las víctimas que perdieron su vida hace una década. Los actos conmemorativos se han llevado a cabo a lo largo de todo el día y en ellos han participado los Reyes, Harald y Sonia, los príncipes, Haakon y Mette-Marit y sus hijos, Ingrid Alexandra y Sverre Magnus. No obstante, el estado de salud ha obligado a la heredera a no asistir al servicio que tenía lugar en la iglesia de Hole en Oslo al que sí ha acudido el primogénito del monarca. Tal y como informa el diario noruego Dagbladet, el Jefe de Comunicaciones del palacio, Guri Varpe, informó que los médicos recomendaron a Mette-Marit que redujera su presencia en los numerosos actos que se han llevado a cabo este jueves.
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- Haakon y Mette-Marit abren las puertas de su casa y muestran su vida familiar
A pesar de las ligeras limitaciones de la princesa heredera en sus apariencias públicas, acudía a primera hora de la mañana con Haakon al barrio gubernamental de Oslo donde ha tenido lugar el inicio de los homenajes a las víctimas de los atentados terroristas. Un evento en el que la pareja real se ha mostrado visiblemente consternada, de riguroso negro, cogidos de la mano y muy atentos a los discursos de las personalidades y familiares de los fallecidos allí presentes. A la hora de la ofrenda floral, Mette-Marit y Haakon se han colocado junto a la primera ministra de Noruega, Erna Solber; la política, Astrid Willa; la superviviente de la masacre que tuvo lugar hace diez años, Eide Hoem; y la líder del Grupo Nacional de Apoyo, Lisbeth Kristine Royneland.
Poco después, Harald y Sonia acudían a una misa especial en la catedral de Oslo en la que la solemnidad ha sido la protagonista. La Reina ha destacado por vestir de impoluto blanco para simbolizar el bien y la paz, según la experta en la Familia Real, Caroline Vagle, del medio Se og Hor, y realizar numerosos gestos de respeto a los miembros del clero a su entrada en el imponente edificio religioso del centro de la capital. El príncipe Haakon ha acudido también a un servicio en la iglesia de Hole, en Oslo, pero esta vez solo, ya que Mette-Marit decidía descansar entre compromisos debido a la fibrosis pulmonar crónica que padece desde hace años y que la limita a la hora de realizar actividades intensas y sin descanso.
La princesa heredera volvía a estar presente en el siguiente acto de la jornada conmemorativa en la pequeña isla de Utoya, ubicada en el lago Tyrifjorden y en la que hay un campamento de verano para jóvenes. Fue aquí donde, tras haber colocado un coche bomba en Oslo, el criminal acabó con la vida de numerosas personas a manos de una pistola. A este homenaje se han unido la princesa Ingrid Alexandra y el príncipe Sverre Magnus junto a sus padres en el que se han sentado en el suelo para leer los nombres de todas las víctimas inscritas en el monumento conmemorativo. También han dejado flores en gesto de respeto y se han leído algunos discursos, alguno de los cuales han emocionado a la joven Ingrid. "Serán recordados, porque los llevamos en nuestros corazones", dijo Haakon ante la conmoción de los allí presentes.
Los homenajes terminarán a lo largo de la tarde con la reunión de toda la Familia Real en el Oslo Spektrum, una enorme sala de la capital, donde el rey Harald dará un discurso en un servicio especial con motivo del décimo aniversario de los atentados terroristas que dejaron a Noruega y al resto de Europa conmocionados. Mette-Marit, Haakon, Ingrid y Sverre también estarán presentes en este evento conmemorativo y lleno de respeto. Todos los miembros de la Corona estaban, hasta hace apenas dos días, disfrutando de las aguas gélidas de su país a bordo del Barco Real, algo que no han dudado en aparcar para dedicarse a su pueblo y estar al lado de los familiares de las víctimas.