No hay monarquía que se precie sin un rebelde oficial. En la casa real noruega, el verso suelto ha sido siempre la princesa Marta Luisa, a la que no ha abandonado la polémica ni antes ni después de abandonar la casa real en 2002, justo antes de casarse con Ari Behn, fallecido el 25 de diciembre de 2019. Sobre los motivos de su salida de la realeza, su vida como mujer independiente, la dura pérdida de su exmarido, así como su nueva relación con el chamán Durek, se sincera en su nuevo proyecto, una docuserie que lleva por nombre Märtha y que ha estrenado en la televisión de su país a principios de este mes. “Soy una persona pública y la prensa escribe mucho sobre mí. Esta serie es una oportunidad para mostrar mi vida de una manera diferente y nueva”, ha asegurado.
La Princesa, a la que en alguna ocasión han acusado de aprovecharse de su título con fines comerciales, se presenta con su nombre de pila y se abre en canal para dar a conocer su lado más personal y también el de sus tres hijas y su pareja. Aunque siempre ha sido una de las royals más cercanas y naturales a la hora de hablar de su faceta más privada, en los cuatro capítulos que componen el docurreality sorprende con más de una declaración que desmiente lo que se pensaba hasta el momento. Es el caso de su salida de la casa real, que siempre se consideró que tuvo que ver con su decisión de casarse con el artista y escritor Ari Behn, nada más lejos de la realidad. Su familia aceptó ese matrimonio, pero ella estaba disconforme con algo: su asignación económica.
Su camino a la independencia
Tal y como ella misma relata le correspondían 160.000 coronas al año, lo que equivale a cerca de 16.000 euros. "No puedo vivir de eso. ¿Entonces tengo que casarme con un hombre rico y seguir obteniéndolo del Estado, o tengo que decir que no al dinero que obtengo del Estado y luego salir y ganar mi propio dinero?", decía Marta Luisa de Noruega con el dilema que tuvo que afrontar y que acabó resolviendo renunciando a sus privilegios como Alteza Real para optar por la independencia económica. La Princesa tenía formación como fisioterapeuta, pero finalmente, la vida le ha llevado por otros derroteros profesionales, y no todos exentos de polémica. Ha sido escritora, empresaria y ha dado rienda suelta a su sensibilidad mística con la escuela de los ángeles. Aunque ha acabo abandonando este proyecto, si ha habido alguien que la ha complementado en su búsqueda de respuestas más allá de lo terrenal, ese ha sido el chamán Durek.
Con su actual pareja forma un tándem perfecto en lo profesional, aunque para dar sus charlas con él, ha tenido que comprometerse a no utilizar su título -y limitarse a hacerlo cuando represente a la familia real- tal y como acordó con su hermano, el rey Haakon. Además, junto a él ha vivido un año especialmente complicado, no solo por los efectos de la pandemia, que los obligó a estar separados en muchas ocasiones, ya que él vive en Estados Unidos, sino porque en 2020, tanto ella como sus hijas han tenido que reponerse del duro golpe ocasionado por el suicidio de Ari Behn.
La unión de la familia tras la pérdida de Ari Behn
En el primer episodio, aborda esta tragedia y cuenta cómo tras el fallecimiento del padre de sus hijas, la familia se unió más que nunca para sobrellevar su pérdida de la mejor manera posible. “La familia vivió un periodo difícil, en el que tuve que concentrarme al cien por cien en los niños y en mí. Pero nos han seguido de cerca durante un año”, afirmó en la presentación del documental, donde reflexiona sobre la complejidad de afrontar este proceso en medio de la presion mediática en la que vive desde hace años y, en especial desde el comienzo de su relación con Durek Verret. Precisamente a su pareja le señala como un pilar fundamental, del que, sin embargo, tuvo que separarse debido a la pandemia.
El emotivo tributo de Marta Luisa de Noruega a Ari Behn
Sus planes con el chamán Durek
El docurreality comenzó a rodarse antes de que comenzara el confinamiento, por lo que se puede ver a Durek como parte indispensable de la familia, apoyándoles y celebrando logros como el premio que recibió Maud Angelica, hija mayor de Marta Luisa de Noruega y Ari Behn, como la mujer más valiente del país por su labor para dar visibilidad a las enfermedades mentales, una causa en la que está más implicada que nunca tras la muerte de su padre, que sufría depresión. Sin embargo, el estallido de la pandemia dificultó los viajes, y ambos pasaron mucho tiempo sin verse. En la serie se puede ver cómo la pareja sufre debido a las restricciones sanitarias, hasta que él toma la decisión de mudarse con ella a Noruega tras varios meses separados.
La pareja no parece estar dispuesta a llevar a una relación a distancia. Por eso, la hija de los reyes Harald y Sonia se muestra dispuesta a irse a vivir a Estados Unidos si hiciera falta. “Ahora mismo con el COVID es difícil de planear, pero nos planteamos avanzar con el tiempo. Los niños por supuesto vendrán”. Aseguró sin embargo que mantendrá una casa en Noruega. “Debemos tener un hogar en Noruega. Todavía estaremos mucho por aquí. No podemos dejar la hermosa Noruega por completo” apuntó en declaraciones a VG poco antes del estreno de la serie.