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¡La Navidad ya está aquí! Las Casas Reales se han volcado en estas fechas que en esta ocasión van a ser especialmente difíciles tras un año excepcional marcado por la COVID-19. Si Reyes y Príncipes ya han mandado sus christmas navideños, muchas de las monarquías europeas se han centrado en las ceremonias de Adviento, que suponen el pistoletazo de salida para los días más entrañables del calendario. A punto de cumplir 17 años, lo hará justo dentro de un mes, 21 de enero, Ingrid Alexandra de Noruega, primogénita de los príncipes herederos Haakon y Mette- Marit, se ha convertido en la estrella de la Casa Real noruega, con su participación en los actos de la capilla del Palacio Real. Ella ha sido la encargada de dar la bienvenida en una ceremonia, que este año se ha celebrado sin público por las restricciones sanitarias del coronavirus, pero en la que no han faltado sus padres, su hermano y sus abuelos y que ha estado presidida por la obispo Kari Veiteberg y los artistas Andreas Stensland Lowe, Frida Annevik y Vegard Bjorsmo, que interpretaron diversas canciones.
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Muy guapa, maquillada y con gran seguridad y aplomo, Ingrid Alexandra fue la encargada de abrir este intimista acto, que fue retransmitido por varios canales de televisión noruegos ya que por la situación sanitaria no hubo público presente en la capilla. “Bienvenidos a casa, a la capilla de Palacio. Este año queremos compartir con vosotros un momento de Adviento. Espero que lo paséis genial”, dijo la segunda en la línea de sucesión al trono escandinavo, mientras que su hermano pequeño, el príncipe Sverre Magnus, encendió las cuatro velas correspondientes. Muy emocionadas, su madre, con un vestido estampado en tonos rojos, y su abuela, de blanco, mostraron su orgullo ante la intervención de la Princesa, que eligió para la ocasión la sobriedad del negro con un vestido plisado de manga larga con encaje en la parte del cuello y su melena suelta peinada con raya al medio.
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Además de la obispo y su nieta, el monarca también dirigió unas palabras a sus compatriotas en estas navidades tan particulares. “Ahora nos acercamos a las vacaciones de Navidad, que para muchos será un poco diferentes este año. Espero que todos nos cuidemos muy bien y demostremos la precaución y protección que todos necesitamos. Os deseo a todos una muy Feliz Navidad”, dijo. Durante las intervenciones musicales de los artistas, los Reyes, colocados en el primer banco de la iglesia, se mostraron muy sentidos, e incluso la princesa Mette- Marit se secó alguna lágrima al oír al cantante Vegard Bjorsmo, cuando interpretó el Himno navideño noruego del norte de Trygve Hoff.
Para la Familia Real noruega serán unas Navidades marcadas también por el recuerdo de Ari Behn, el exmarido de Marta Luisa de Noruega, que se quitó la vida el 25 de diciembre de 2019. Este año se cumplirá el primer aniversario de su trágica desaparición que no solo conmocionó a los Reyes y sus hijos, sino a toda la sociedad noruega que acudió en masa a despedirlo en un funeral multitudinario que tuvo lugar en la catedral de Oslo. Tanto la Princesa como sus tres hijas mostraron una gran entereza en su último adiós. Los restos mortales del escritor y artista descansan en el cementerio de Nuestro Salvador de la capital noruega.