Han pasado casi 15 días desde que Durek Verret sorprendió a su novia, Marta Luisa de Noruega, recorriendo los más de 7.000 kilómetros que les separan desde hace medio año. Cabe recordar que la princesa reside, junto a sus tres hijas -fruto de su extinto matrimonio con el recordado Ari Behn- a este lado del Océano Atlántico, mientras que el chamán hace lo propio en el territorio gobernado por el mandatario Donald Trump.
© Cordon PressPues bien, Verret visitó a la hermana de Haakon de Noruega coincidiendo con el día de su cumpleaños. Ambos protagonizaron así un reencuentro de lo más romántico, y polémico, pues al rey Harald no le terminaba de convencer el hecho de que la pareja de su hija llegara desde Estados Unidos en plena pandemia de COVID-19, dado que este gesto enviaría señales un tanto confusas y equivocadas de que la Familia Real noruega recibe invitados del otro lado de charco y pone en riesgo a sus ciudadanos. Sin embargo, y pese a todo, Durek Verret vino a Europa.
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Lo que no se sabía hasta ahora es que, nada más pisar la casa de Marta Luisa, el chamán se dio cuenta de que las hijas de su novia se habían marchado. Maud Angélica, Leah Isadora y Emma Tallulah apenas coincidieron con él por un motivo de peso para su madre. Y es que, según la prensa nórdica, la princesa tenía muy claro que no estaba por la labor del encuentro en ningún momento de la visita. Pero, ¿por qué?
© GtresonlineAl parecer, Durek Verret tuvo que aislarse a su llegada a Europa y guardar la cuarentena en casa que muchos viajeros han de afrontar tras viajar de un país a otro. Este hecho, unido a que Marta Luisa de Noruega no quería, por nada del mundo, que sus hijas tuvieran que aislarse y perder, por tanto, días de clases y actividades sociales si finalmente se contagiaban, le hizo tomar la decisión de evitar que uno y otras compartieran el mismo espacio.
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Por esta razón, a Maud Angélica, Leah Isadora y Emma Tallulah se les permitió quedarse durante esos días en casas de amigos. Existe la posibilidad, además, de que las tres se trasladaran hasta la casa de sus tíos, Haakon y Mette Marit de Noruega, y pudieran compartir diversión y momentos junto a sus primos, Ingrid Alexandra y Sverre Magnus, con los que mantienen, por cierto, una excelente relación.
