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Después de un verano al aire libre y en las zonas menos pobladas y remotas de Noruega, los príncipes Haakon y Mette Marit han retomado la actividad oficial. El Heredero de la Corona noruega y su esposa han regresado al trabajo siguiendo los pasos de don Felipe y doña Letizia, es decir, haciendo una gira por seis condados de su país a lo largo de la costa para conocer cómo se están enfrentando los noruegos al nuevo desafío que implica la COVID-19. Sin embargo, la Princesa es más vulnerable y, según la prensa escandinava, en torno a ella se extreman las precauciones.
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En el 2018 la Casa Real comunicó que Mette Marit padece una fibrosis pulmonar, una enfermedad respiratoria con patrón restrictivo en la que el tejido de los pulmones se endurece y esto dificulta la respiración. Así que los medios están muy pendientes de los movimientos en torno a la Princesa, que pasó los peores meses de la pandemia aislada en su casa de Skaugum, trabajando de forma remota y estando solo en contacto con el príncipe Haakon y sus dos hijos.
“Se siente bien y se relaciona siguiendo las indicaciones marcadas por las autoridades sanitarias noruegas”, explicó el príncipe Haakon durante una entrevista a la agencia de noticias NTB. Ante la pregunta de los medios, la Casa Real, según Svenksdam, aclaró que con ella, igual que con el resto de la familia, se extreman las precauciones. “La Princesa trabaja por Skype siempre que puede y la familia tiene cuidado de lavarse las manos constantemente y usar gel hidroalcohólico. Además, siempre se sigue la regla del metro”.
Mette-Marit de Noruega padece fibrosis pulmonar
Esa regla es la que ahora se está aplicando en una gira en la que Mette Marit ha querido acompañar a su marido, sobre el que cada vez recaen más actos oficiales, al menos en aquellas citas al aire libre o en los que se pueda garantizar la distancia de seguridad. Tal y como se puede ver en las imágenes de la gira, se cumple escrupulosamente con el metro de distancia en torno a la pareja real, sin embargo, el uso de mascarillas no está normalizado ya que la Agencia de Salud Pública noruega la recomienda (que no obliga) desde el pasado 15 de agosto y lo hace “solo en situaciones específicas, en algunas áreas geográficas concretas y por un período de tiempo limitado”.
Esta primera toma de contacto con la calle llega para Mette Marit después de la celebración familiar que tuvo lugar hace unas semanas por la confirmación del príncipe Sverre Magnus y a la que acudieron solo 17 invitados frente al centenar que fueron invitados un año antes para la confirmación de la princesa Ingrid Alexandra. Además la familia, que en años anteriores habían venido a España a practicar deporte náuticos, este año se quedó en Noruega haciendo senderismo o surf en alguna de la zonas más bonitas, salvajes, despobladas y remotas del país.
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