Europa vive acechada por el coronavirus. Aunque los mayores focos de contagio están en Italia y en España, Escandinavia también tiene registrados un gran número de infectados. En Noruega, con cerca de medio millar de positivos, la Casa Real ya ha tomado medidas drásticas que afectan al jefe del Estado y a la actividad normal de la institución. Por un lado, el rey Harald y la reina Sonia están en cuarentena, y por otro, se ha decretado la cancelación de todos los actos oficiales.
Las excepcionales medidas de contención ante la epidemia que tiene atemorizado al mundo se han tomado justo después de que el soberano y su esposa regresaran de su viaje de Estado por Jordania, en el que se reunieron con Abdalá y Rania a primeros de este mes. Aunque los Reyes no tienen síntomas se ha optado por el aislamiento.
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En un comunicado hecho público este viernes por la Casa Real, se explica que “Su Majestad el Rey y su Majestad la Reina están en cuarentena domiciliaria. Esto se debe a las nuevas medidas del Gobierno contra el coronavirus. Tanto el Rey como la Reina no presentan síntomas. Su Majetad el Rey dirigirá el Consejo de Ministros a través de videoconferencia y su alteza real el príncipe heredero asistirá el Consejo de Ministros en Palacio”. A esta medida se suma la cancelación de todos los actos oficiales hasta Semana Santa, aunque sí se mantendrán algunos encuentros con ministros y “reuniones resultantes del papel constitucional del Rey”.
Consciente de la situación que está atravesando su nación, Harald ha querido enviar un mensaje de ánimo a sus compatriotas. “Nuestro país se encuentra en una situación grave que afecta a las personas y a la sociedad en general. Es crucial que todos evitemos exponernos a la infección. Por tanto, es importante que sigamos las recomendaciones y órdenes de las autoridades. Tenemos que contribuir con lo que podamos a prevenir la propagación del virus y quiero agradecer especialmente a los profesionales de la salud que están haciendo todo lo posible para remediar la situación”, ha declarado el monarca.
En los últimos tiempos la salud del rey Harald, de 83 años, se ha visto resentida. El pasado enero era ingresado en el Hospital de Oslo por sentir unos mareos que finalmente fueron un episodio de vértigos. Supuso el segundo achaque en su salud en menos de un mes después de que en diciembre sufriera una infección vírica que le impidió, entre otras cosas, presidir el Consejo del Reino.