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Rania de Jordania pone el broche de oro al primer día de visita de Estado de Harald y Sonia de Noruega

El príncipe heredero Hussein acompañó a sus padres para rendir honores a los Reyes noruegos

Actualizado 4 de marzo de 2020 - 11:36 CET4 mar 2020 - 11:36 CET

Harald V y Sonia de Noruega llevan a cabo estos días una histórica visita de Estado al reino de Abdalá y Rania de Jordania. Un viaje que permanecerá en los anales por muchos motivos. Por razones diplomáticas, ya que es la primera visita de los soberanos noruegos al Oriente Medio y la 50.ª visita de Estado de su reinado. Además acaban de cumplirse cincuenta años de las relaciones bilaterales y los veinte desde que se estableciera una embajada noruega en Amán o de la visita de Estado de los Reyes jordanos a Oslo. Por razones personales, ya que el rey Harald volvía a la primera línea tras superar una mala racha de tristezas y achaques. Por razones sociales, ya que a sus 83 años desafiaban el miedo al coronavirus prosiguiendo con sus planes de visita tal y como estaba previsto con mucha antelación.

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Los reyes Abdalá y Rania, acompañados por el príncipe heredero Hussein, han sido en todo momento los perfectos anfitriones de los reyes Harald y Sonia, a quienes recibieron ayer por la mañana al son de trompetas reales con una bienvenida oficial con honores frente al Palacio Al Husseiniya en Amán. Nada más arrancar, ambas damas ya justificaron sus primeros puestos en las listas de elegancia. Luego tuvo lugar el tradicional intercambio de regalos, los encuentros entre los dos Jefes de Estado y la reunión de ambas delegaciones. Por la tarde, las dos parejas reales participaron en la sesión de apertura de un foro de negocios jordano-noruego, cuyo objetivo era explorar la cooperación entre los dos países en las áreas de energía renovable, de tecnología del agua, de turismo, de tratamiento del cáncer, de empoderamiento de las mujeres y de música y arte.

Anfitriones e invitados durante la cena de gala en uno de los impresionantes comedores de Al Husseiniya.

Los lazos son fuertes. La reina Sonia ilustró la unión de los dos países, pese a sus diferencias, y de sus soberanos, pese a la brecha generacional, con una antigua anécdota durante su discurso en un seminario acerca de la digitalización. La soberana noruega aprovechó la oportunidad para agradecer al rey Abdalá un regalo muy especial que recibió en 2010 de su parte: “La digitalización mueve al rey Abdalá. Lo sé por un encuentro muy agradable que tuvimos en Oslo en 2010. Entonces, el rey Abdalá me habló de un artículo fabuloso llamado iPad del que yo nunca había oído hablar hasta ese momento”, comenzó a decir la reina Sonia. Muy pronto se pondría al día, porque a la mañana siguiente le llegó un sorprendente regalo del extranjero.

Por tantas causas se ha querido estar a la altura del histórico encuentro y Rania de Jordania ha sido la encargada de poner broche de oro al primer día de visita de sus invitados en una cena de gala en su honor en uno de los impresionantes comedores de Al Husseiniya con un traje de las mil y una noches, una blusa de seda de color oro viejo y una falda de corte sirena de color azul eléctrico con adornos dorados inspirados en la orfebrería tradicional jordana, creación de los libaneses Azzi & Osta. Un clutch rígido también azul y un Apple Watch en la muñeca nos traían de regreso a la moderna era del diseño y la tecnología. Sonia de Noruega apostó por la sencillez de un vestido blanco, con un pequeño detalle de encaje en la cintura y vuelo en la falda, y un chal a tono, y la sofisticación de las joyas reales. La nota de color la pusieron sus pendientes y su collar a juego de esmeraldas. Todo un brindis de glamour.

Y el programa guarda aún más sorpresas. Una visita al río Jordán, donde Jesús fue bautizado, y un recorrido por la antigua ciudad de Petra, una de las siete maravillas del mundo, garantizan los más bellos pasajes y, por el momento, con toda la seguridad, sin riesgo de coronavirus, según señala la experta en Casas Reales Caroline Vagle: “El rey Harald y la reina Sonia se encuentran perfectamente en Jordania, donde no se ha registrado ningún caso de infección. En otras palabras, es tan seguro estar aquí como en casa, en Noruega. El país prohíbe ahora también la entrada a personas procedentes de Corea del Sur, China, Irán e Italia”.

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