Los amantes de los deportes de invierno copan ahora las pistas de equí aprovechando que la nieve reposa en todo su esplendor antes de que la primavera asome la cabeza. Buena parte de los royals europeos son unos avezados esquiadores y entre las monarquías nórdicas esta afición es casi una religión. Por eso, estos días en los que la agenda de Haakon y Mette-Marit de Noruega aparece despejada, han aprovechado para subir a la montaña bien equipados. A pesar del viento y la lluvia que arreciaba, los Príncipes estaban exultantes y derrochando amor por los cuatro costados.
"Muy feliz de poder vez diez metros en medio del viento", escribía Mette-Marit tomándose con mucho humor la tormenta, de la que daba buena cuenta en una imagen en la que posa sonriendo con el rostro salpicado por las gotas de lluvia arrastradas por el vendaval. Pero las inclemencias meteorológicas no son un escollo para disfrutar en pareja de este largo San Valentín que se han regalado. En otra fotografía, el Príncipe heredero aparece besando cariñosamente a su esposa que mira a la cámara con una gran sonrisa de felicidad.
Sus seguidores se han mostrado entusiasmados con este despligue de mimos y complicidad con comentarios como "Amor... es tan bueno ver tanta alegría", "Están hecho el uno para el otro" o "¡Qué bien ver a Mette-Marit. Bonita foto de los dos". No es la primera vez que Mette-Marit deja a un lado la rigidez institucional para mostrar su lado más romántico. El pasado mes de julio y con motivo del cumpleaños de su marido, le felicitaba con unas palabras cargadas de amor: "Hoy, el mejor cumpleaños del mundo para Haakon. Muy feliz de estar con él durante 20 años", decía junto a un emojí de corazón.
La familia real noruega va recuperando poco a poco la normalidad tras el duro golpe de la muerte de Ari Behn, exmarido de Marta Luisa de Noruega, el día de Navidad. Además de este revés, el rey Harald, de 82 años, ha tenido que hacer frente a problemas de salud que le obligaron a ingresar en el hospital tras sufrir unos vértigos a principios de año. Afortunadamente, su estado nunca revistió de gravedad y después de recibir el alta no tardo en reincorporarse a sus obligaciones.