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La princesa Ingrid Alexandra ha experimentado un gran cambio. Con motivo de su 16 cumpleaños, la Casa Real ha difundido una nueva instantánea de la hija de Haakon y Mette Marit de Noruega y en ella podemos ver a una joven que cada día se parece más a su madre. Muy natural, con una media sonrisa y dando muestras de su afición por la moda, la imagen, realizada en blanco y negro por la fotógrafa Ann Cathrin Buchardt, nos permite vislumbrar lo mucho que ha crecido la princesa, convirtiéndose en casi una adulta, en este último año, que por cierto ha sido muy intenso para ella.
© Ann Cathrin Buchard, Casa Real noruegaEl turno de las nuevas generaciones de 'royals': las primeras veces de los príncipes y princesas
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En la fotografía difundida por la Casa Real noruega no solo se percibe el evidente cambio físico de la princesa o el gran parecido que guarda esta con la heredera Mette Marit, sino también las similitudes que la acercan a su abuela paterna, la reina Sonia. Las facciones suaves, la dulce sonrisa, los ojos oscuros y la leve timidez son una muestra más de que los genes no pueden negarse, sobre todo en el caso de la nieta del rey Harald.
© Getty ImagesSegunda en la línea de sucesión al trono noruego, Ingrid Alexandra ha vivido 365 días que han sido clave para ella. El acontecimiento más importante de este último año tuvo lugar el pasado mes de agosto, celebró su confirmación, a la que por cierto acudió el rey Felipe, así como otros miembros de la realeza europea, entre los que se encontraban Victoria de Suecia y Federico de Dinamarca. Todos ellos asistieron en calidad de padrinos de bautizo.
© GtresonlinePoco después, Ingrid Alexandra, amante del esquí, el surf -como al resto de su familia- el piano y el kickboxing, experimentaba un nuevo cambio en su vida: cambiaba de colegio. En otoño comenzó sus estudios en Uraninborg (Oslo), en lugar de hacerlo en la Escuela Internacional de Oslo en Bekkestua, un exclusivo centro privado. Los príncipes herederos decidían entonces que su primogénita continuara formándose en una educación pública a fin de terminar allí sus estudios de secundaria, cumpliendo así con la tradición de que los miembros de la Familia Real se educaran siguiendo los dictados de un colegio público.
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