La Familia Real noruega al completo ha querido arropar a la princesa Marta Luisa y a sus tres hijas, Maud Angelica, de 16 años; Leah Isadora, de 14; y Emma Tallulah, de 11, durante el funeral que está teniendo lugar este viernes en una abarrotada catedral de Oslo. Las cuatro llegaron junto con el príncipe Haakon a la ceremonia de despedida de Ari Behn, que se quitó la vida el pasado día de Navidad a la edad de 47 años. En presencia de sus abuelos, los Reyes, y del resto de su familia y amigos de su padre, la primogénita del polifacético escritor ha protagonizado, con gran entereza, uno de los momentos más emocionantes del servicio religioso cuando pronunció unas palabras en público.
Antes de su lectura, Maud Angélica depositó sobre el ataúd de su padre un retrato realizado en carboncillo de su padre, el mismo que iba impreso en la contraportada del programa del funeral. Después se dirigió al atril, donde, en compañía de su madre comenzó su sentido discurso: “Querido papá. Recuerdo que en mi confirmación me hablaste y tus manos temblaban. Estás tan acostumbrado a estar en la televisión, así que cuando estrechaste mis manos me di cuenta de cuánto significaba para ti. Hoy voy a hablar yo de ti y también te estoy dando la mano”, comenzó Maud Angelica que fue reconfortada por su madre en algunos momentos de su intervención.
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La prima de la princesa Ingrid Alexandra de Noruega también hizo mención al dibujo que había realizado de su padre: “He estado trabajando en ello durante al menos diez horas y mientras lo hacía pensé en cuánto te quiero y en lo emocionada que estaría por ver tu reacción. No poder darte el dibujo me parte el corazón”, confesaba la joven, con quien su padre tenía planeado al parecer publicar un libro destinado al público infantil.
Maud también recordó su niñez y cómo su padre fue un ejemplo de fuerza y coraje. “Cuando tenía miedo de los monstruos de debajo de la cama, me dijiste que me cuidarías. Eras mi héroe. Te quiero mucho, te necesito en mi vida y me alegra saber que significabas tanto para tantas personas”, prosiguió. Ari Behn siempre se mostró muy orgulloso de sus niñas y en su despedida sus hijas destacaron “la fuerza y la alegría infinitas que nos infundiste al creer en nosotras. Gracias por todo eso. Leah, Emma, mamá y yo te echamos de menos".
Aunque rota por el dolor en algunos momentos y siempre con el apoyo de su madre, Maud se imaginó un futuro que ya nunca podrá ser. “Siempre hemos pensado que nos acompañarías al altar y que verías como hacíamos nuestras vidas y verías el tipo de personas en que nos convertimos, ver nuestra mejor obra de arte, montar a caballo o disfrutar de tus nietos. Pero no será así. Decidiste irte temprano”.
Además, la nieta de los Reyes dedicó parte de sus palabras a alentar a las personas con problemas a buscar ayuda y a que la sociedad entienda que pedir ayuda no es una debilidad, sino una fortaleza. Al mismo tiempo dijo que el suicidio nunca es culpa de nadie y que no puedes culparte a ti mismo. “Papá debía estar tan cansado que sintió que no tenía otra manera de salir de este mundo”, dijo a la vez que dijo aseguró que “siempre hay una salida”. Por último, las tres hermanas, en compañía de su madre -quienes lucieron a modo de hmenaje al fallecido un lazo rosa- depositaron varias flores sobre el ataud del escritor.