A pesar de que solo tiene 15 años, Ingrid Alexandra está muy concienciada con diferentes aspectos sociales entre los que destaca el cambio climático. Un problema en el que se ha implicado personalmente desde que era solo una niña, cuando asistía junto sus padres, Haakon y Mette-Marit, a distintos actos que giraban en torno a la ecología. Ahora, con motivo de su confirmación, la princesa ha demostrado que intenta aportar su granito de arena siempre que puede y ha decidido buscar un significativo obsequio para todas las personas que han formado parte de esta jornada tan especial para ella. Un regalo con el que promueve la ayuda a la naturaleza de una manera muy original.
La princesa Ingrid Alexandra de Noruega celebra emocionada su confirmación
Los invitados, entre los que había además de familiares y amigos distintos representantes de las diferentes esferas de la sociedad civil noruega, han recibido a su llegada a la Capilla del Palacio Real un folio en el que se podía leer el siguiente mensaje de parte de Ingrid Alexandra, que firma la misiva. "A medida que este documento se deposita en el suelo, con el tiempo surgirán nuevas y coloridas flores. Espero que sea un buen recuerdo y un recordatorio de que solo nosotros podemos cuidar nuestra tierra", se puede ver impreso en este original papel que, aunque a priori es como los demás guarda una gran sorpresa. En su interior alberga semillas que permiten que, tras desecharlo, se pueda convertir en una planta.
Ingrid Alexandra ha heredado de sus padres esta concienciación ya que ellos han puesto en marcha todo tipo de iniciativas para llevar una vida sostenible y ayudar con este ejemplo a toda la sociedad nórdica, en la que la preocupación por el medio ambiente está muy extendida. "En el Palacio Real de Oslo, hemos instalado paneles solares en el tejado. Mi mujer, Mette-Marit, dirige un grupo dedicado a reflexionar sobre formas de gestionar la economía de una manera más sostenible, se trata básicamente de evitar los residuos y de ahorrar energía", aseguraba el príncipe Haakon en una reciente entrevista concedida a XLSemanal.
"Eso es lo que hacemos en nuestra residencia de Skaugum, donde vivimos. El año pasado, mi mujer nos animó a renunciar al plástico en casa y, aunque es muy difícil, hemos conseguido reducir drásticamente nuestro consumo", añadía el hijo de los reyes de Noruega, quien apuesta desde hace más de una década por desplazarse en coches eléctricos con los que evita las emisiones contaminantes.
La propia Ingrid Alexandra es la madrina de un barco científico que estudia el cambio climático. Fue el pasado mes de noviembre cuando "bautizó" esta embarcación en la ciudad de Tromsoe, de donde partió con el objetivo de estudiar el Ártico. "Me interesa mucho el mar y el cambio climático", aseguraba en este acto al que acudió por primera vez sola con su padre. "Buena suerte a tu tripulación y a todos a bordo para tus misiones en el norte y el sur", aseguraba Haakon, junto al que también durante esta jornada visitó un acuario en el que dio de comer a las focas.