Al igual que ocurre en muchos hogares de todo el mundo, la Navidad es tiempo de tradiciones y de reuniones familiares. Las Familias Reales no son ajenas a estas costumbres y año tras año cumplen fielmente con sus citas de estas fiestas. Hemos visto a los Windsor acudiendo juntos a Misa y ahora vemos a los Reyes Harald y Sonia de Noruega, acompañados de los príncipes Mette- Marit y Haakon, y sus hijos, los príncipes Ingrid y Sverre Magnus, cumpliendo con su cita del 25 de diciembre. Los seis han ido, con el mágico manto de la nieve al servicio religiosa en la capilla Holmenkollen, situada en una zona montañosa de las afueras de Oslo. Una vez más hemos visto a la Princesa Heredera que ha aparecido radiante y feliz, pese a que este otoño se hiciera público que padece fibrosis pulmonar.
Forma ya parte de la tradición que en Navidad se trasladen todos juntos a esta iglesia, donde fueron recibidos a pie de escalinata. La ceremonia comenzó con los cánticos del coro de cámara de Holmenkollen, que estuvo acompañado al órgano por Petter Amundsen y dirigido por Gunn Gjone. A continuación, se procedió a leer un texto.
Este acto nos ha servido para ver a Mette-Marit de Noruega luciendo la mejor de sus sonrisas y con un aspecto inmejorable. Acudió a la iglesia con un favorecedor abrigo de flores, botas altas de ante negras y un lazo oscuro adornando su cabeza. Lo cierto es que la Princesa continúa con su agenda casi intacta, después de que en octubre la Casa Real de Noruega diese a conocer que a sus 45 años padece una variante inusual de fibrosis detectada en sus pulmones, una enfermedad respiratoria con patrón restrictivo en la que el tejido de estos órganos se endurece y esto dificulta la respiración. Normalmente es crónica y aún no está claro si la patología está relacionada con un proceso autoinmune más amplio o si hay otras causas que expliquen estos problemas en su aparato respiratorio.
Desde que se conoció la enfermedad, su agenda de actos públicos y privados ha seguido imparable y aunque su hija mayor, la princesa Ingrid, ha ido adquiriendo más protagonismo, lo cierto es que Mette- Marit casi no ha variado casi sus compromisos. Hace unos días la veíamos disfrutando de la esgrima, días antes con su marido en el Teatro Noruego de Oslo, donde disfrutaron del festival de folclore y también ha asistido a actos mucho más solemnes como la entrega del Premio de Literatura del Consejo Nórdico en la Ópera y la cena que la Familia Real ofrece a los miembros del Parlamento.
Pero la misa de Navidad no solo nos sirvió para ver la buena forma en la que está la princesa Mette-Marit. También nos sirvió para ver que sus hijos se están haciendo muy mayores. Especialmente llamó la atención lo atento y cariñoso que estuvo el príncipe Sverre Magnus, que a principios de diciembre cumplió 13 años, con su abuela, la reina Sonia. La ofreció el brazó para que no se resbalase con la nieve. También Ingrid se ha convertido en toda una belleza rubia que marca estilo con su melena ligeramente ondulada y un abrigo de paño en color gris claro de corte clásico.