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La salud es lo primero y a Mette-Marit de Noruega le ha vuelto a fallar. La Princesa padece una neumonía por la que se ha visto obligada a cancelar su viaje a Nueva York de esta semana con ocasión del 50º aniversario del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, de la que es embajadora de buena voluntad desde 2003. La princesa Mette-Marit no hará el largo viaje por recomendación de su médico, a causa de “una ligera neumonía que cursa con la disminución de las condiciones generales”, según ha confirmado la Casa Real noruega en un comunicado de prensa. La sustituirá su marido, el príncipe Haakon, que pronunciará su mismo discurso.
Ya el jueves pasado no pudo asistir al seminario Responsabilidad funciona, organizado por Right To Play Noruega en el Teatro del Pueblo en Oslo. Se esperaba la presencia conjunta de los príncipes Haakon y Mette-Marit, pero el Heredero al trono llegó solo a la apertura del seminario. Allí mismo, sobre el terreno, la prensa fue informada de que la Princesa estaba enferma sin dar más detalles acerca de la dolencia. “Es demasiado pronto para decir si la enfermedad afectará a otro compromiso de la princesa Mette-Marit. No hay ninguna razón para dramatizar”, declaró Marianne Hagen, portavoz de la Casa Real noruega a Seoghør.no. La princesa Mette-Marit pudo cumplir todavía con su compromiso del miércoles en la Biblioteca Pública de Oslo en Majorstuen y en la Biblioteca de Ciencias de la Universidad de Oslo, aunque se saltó varios registros del programa.
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No es la primera vez que la princesa Mette-Marit causa baja médica. Los recurrentes dolores de espalda de la Princesa, que en 2013 fue operada de una hernia discal, además de desterrar los tacones durante una larga temporada, la dejaron en palacio también por otro tiempo. Y el pasado otoño la Princesa heredera, que tenía programado un viaje oficial a Brasil junto al príncipe Haakon, fue disuadida por su médico a viajar debido a continuas infecciones respiratorias. Y es que detrás de las idílicas fotografías de una familia que parece salida de un cuento, Haakon y Mette-Marit de Noruega son como alguna vez declararon “personas normales y vulnerables, pero que tratan de hacer las cosas de la mejor forma posible”.
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