Estefanía de Mónaco volverá a ser el centro de atención en la boda de su hijo como en sus mejores días de gloria, o eso esperamos. ¿Cómo irá la madrina?, es la gran pregunta del millón, sin respuesta hasta el mismísimo día del enlace. Si nos atenemos a las tradicionales normas de estilo nupcial, podemos asegurar que no vestirá de blanco, para no quitar protagonismo a la novia, ni de negro, otro de los tonos prohibidos de la paleta. Sobre todo lo demás, si de largo o de corto, si con tocado o con tiara, si de colores vivos o pasteles, planea un enorme signo de interrogación.